Un psycho-thriller sobre un misterioso asesino serial que se interna en trasnochados círculos pop para liquidar a sus víctimas aplicándoles dosis letales de drogas duras. El tema de los narcóticos y la psicodelia estaba muy a tono con el cine internacional de esos tiempos pero era muy avanzado para el cine argentino de la dictadura de Onganía. En una escena de increíble audacia, la policía decide utilizar LSD para conseguir un buen testimonio de una sobreviviente de las sobredosis del psycho-killer. Texto de Diego Curubeto.
Placer sangriento (Argentina, 1967) de Emilio Vieyra, c/Alberto Candeau, Eduardo Muñoz, Ricardo Bauleo, Susana Beltrán, Gloria Prat. 75’.