Intervención 4
Fabián Marcaccio
Ezeiza-Paintant
01.10.2005—
31.10.2006

Cuarto proyecto del programa Intervención, cuyo objetivo es brindar a artistas locales y regionales un espacio arquitectónico y simbólico para la realización de obras especialmente pensadas y producidas para ser instaladas en Malba.

A mediados de los 90, Marcaccio acuñó el término Paintants [Pintantes] para nombrar una serie de piezas que combinan pintura, fotografía, técnicas de retoque e impresión digitales, técnicas escultóricas y, en la mayoría de los casos, dimensiones arquitectónicas. Como escribe Inés Katzenstein, “si hoy la pintura se halla acorralada en su fuerza expresiva por la fotografía y la fotografía a su vez se halla desafiada por las técnicas digitales, los Paintants de Marcaccio se proponen como un formato que absorbe y supera estos retos a través de la contaminación total de las técnicas.”

En su obra de 30 metros de largo, realizada especialmente para la terraza de Malba, Marcaccio trabaja con imágenes de la masacre de Ezeiza del 20 de junio de 1973, fecha en la que Perón vuelve a la Argentina luego de dieciocho años de exilio, cuando en Ezeiza lo espera una gran movilización popular. "El nudo epistemológico argentino", comenta el propio artista cuando evalúa la selección del tema, "podría situarse entre la masacre de Trelew y Ezeiza. Si pudiéramos revivir esta última, se podría producir algo así como un proceso de desintoxicación. Pero a la vez no tengo intenciones ideológicas sino más bien emocionales; quiero producir una conexión emocional entre pintura e historia". A tal fin, además de investigar exhaustivamente el acontecimiento histórico-político, Marcaccio utiliza para la mayoría de las imágenes de la pieza fotos de archivo, en un ambicioso trabajo de reconstrucción fotográfica de las imágenes documentales. Busca internarse en los documentos históricos y reproducirlos para lograr "una especie de realismo social totalmente 'desrealizado' en el espacio de confusión de técnicas" (conversación telefónica con el artista, septiembre 2005). De esta manera, Marcaccio continúa en su línea de entender a la pintura como modelo de realidad, y no como materialismo puro.

Expuestas simultáneamente en un afiche enorme y brutal, la pieza de Marcaccio aspira a producir un efecto de identificación en el espectador, como si fuera un conjunto de escenas de un film. El artista pervierte desde adentro el sentido de cada una de las imágenes en sí mismas y convierte la totalidad en un nuevo universo narrativo, híbrido pero poderoso, diseñando una “pintura compleja”, como él mismo la define, en respuesta al arte conceptual, y con el propósito de generar una mirada particular en aquel que contempla la obra.