No es un antihéroe sino una antiheroína la que lleva la acción de este noir sin concesiones. Esa acción se desata por casualidad, cuando un maletín lleno de dólares va a parar al asiento trasero del auto de una pareja de clase media. Lo que sigue es puro vértigo criminal hasta el último instante. Lizabeth Scott compone un personaje que se balancea alternativamente entre la fragilidad y la audacia, lo que la vuelve siempre impredecible. La mayor parte de su carrera transcurrió en el noir pero los que saben coinciden en que este fue su mejor film. El guión, repleto de volteretas, es obra de Roy Huggins, el mismo de LA CASA 322 y de la serie EL FUGITIVO. Hasta hace pocos años no existían copias decentes de LÁGRIMAS TARDÍAS pero hoy puede verse gracias al trabajo de la Film Noir Foundation.
LÁGRIMAS TARDÍAS (Too Late for Tears, EUA-1949) de Byron Haskin, c/Lizabeth Scott, Don DeFore, Dan Duryea, Arthur Kennedy, Kristine Miller, Billy Halop. 99’.