Un criminal huye, perseguido al mismo tiempo por la policía y por un gángster terrible. El encuentro fortuito con su doble exacto supone la posibilidad de cambiar de vida y ocultarse para siempre pero para ello son necesarias algunas medidas extremas. Paul Henreid (CASABLANCA, LA EXTRAÑA PASAJERA) produjo, coescribió y protagonizó (en doble papel) esta tragedia en clave noir sobre un impostor que hubiera querido no serlo. El excelso director de fotografía John Alton, que se había pasado la década del 30 trabajando en el cine argentino, hace milagros con la imagen en este film.