El científico Jack Griffin (interpretado por James Whale) descubre en el laboratorio del doctor Cranley (Henry Travers) una droga que le permite volverse invisible. Sin embargo, esta droga también afecta su agresividad, transformándolo en un potencial asesino que aprovecha su capacidad de ocultarse sin ser detectado. Por su parte, Flora, la hija del doctor Cranley, comienza a preocuparse por esta situación.