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Las escenas son similares: dos cuerpos femeninos esculturales, una cortina, una ventana que deja ver la ciudad. Dos rubias imponentes que desatan una desbordante cadena de miradas. ¿Qué las diferencia? Una es una obra de colección del museo, el Chelsea Hotel de Antonio Berni (1977), la otra, se ve en la pantalla de la televisión o el cine, en el film Encarnación de Anahí Berneri (2007). 

El título de la película que protagoniza Silvia Pérez alude en un solo gesto al nombre de su protagonista, Ernie, y al proceso de modelado de un cuerpo por la sensualidad, el show y la publicidad. En los dos casos las imágenes parecen rondar la figura de la carnada. Ya sea como señuelo para la mirada, ya como posibilidad de acercarse a ser o estar en la carne de estas mujeres. En estas obras, el cuerpo femenino está lejos de volverse superficie de belleza deslumbrante, construcción plana que busque ser admirada. Son cuerpos habitados, contradictorios y multidimensionales.

¿Qué posibilidades ofrece y esconde un cuerpo cuando se vuelve público, cuando se vuelve superficie de placer y entretenimiento, objeto de intercambio en el mercado de deseos? ¿Dónde se traza el límite entre el espectáculo del cuerpo erótico y el comienzo del desnudo como género de la pintura?

A través del cruce de imágenes del cine, la publicidad y la colección del museo buscamos atender a la división sensible de lugares, prejuicios, distancias y nebulosas que implica la dinámica de mirar un cuerpo y sabernos mirados, la desafiante tarea de construir una identidad bajo el imperio contemporáneo de lo espectacular.

Algo de esto es lo que vamos a construir en el tercer encuentro del taller Máquinas de mirar. Museo, espectáculo y género a cargo de Fiorella Talamo y Fernanda Alarcón. Lunes 14 y 28 de Agosto, 4, 11, 18 y 25 de septiembre de 18:30 a 20:30.