Antropofagia y Tropicália: los nombres de los dos momentos culturales más visibles e importantes de la cultura brasileña del siglo veinte, apelan –de modos diversos– a un material autóctono y nacional. La Antropofagia (lanzada en 1928 con el “Manifiesto Antropófago”, de Oswald de Andrade) recupera como grito de guerra el rito caníbal de los indios tupis que horrorizó a los europeos al llegar al Brasil. La antropofagia hace del mito del indio antropófago originario del Brasil –que ya había sido convertido en mito de origen positivo, entre otros por el poeta romántico Gonçalves Dias en su poema épico sobre los indios, “I Juca Pirama”– el origen de una revolución cultural de consecuencias rotundas para la cultura brasileña: en la literatura (Oswald y Mário de Andrade), las artes plásticas (Tarsila do Amaral) y la música (Villalobos), la exploración de un material auténticamente brasileño para la construcción de una obra que se busca colocar en el “concierto de las naciones” resulta un dispositivo extendido entre los años veinte y treinta del siglo veinte. Del mismo modo, Tropicália (cuyo inicio se data en 1967, con la conjunción espectacular de varios eventos artísticos en la música, las artes, el cine y la literatura), convoca imágenes tropicales (papagayos, palmeras, arena) y tecnológicas, que en esos años de modernización autoritaria comenzaban a mostrar uno de los contrastes más característicos del Brasil de la época. En el filme Terra em transe de Glauber Rocha, en la poesía de Torquato Neto o Waly Salomão, en el teatro de José Celso Martínez Corrêa, en la música de Caetano Veloso y Gilberto Gil, y en el arte de Hélio Oiticica –entre muchos otros artistas de las más diversas extracciones–, una misma aspiración por inscribir conquistas experimentales brasileñas en pie de igualdad en el debate internacional logra escapar de la exotización de lo brasileño.
A pesar de que esa apelación nacional haya sido referida una y otra vez como marca de identidad de ambos momentos de la cultura brasileña, no es ella lo que los define. Esa búsqueda de lo originalmente brasileño también se imprimió en los árcades que acompañaron a Tiradentes en su rebelión ante la corona portuguesa hacia fines del siglo XVIII, en el Indianismo romántico de mediados de siglo XIX, o en el Realismo de fines del siglo XIX que buscó tipos y costumbres de la sociedad brasileña para poblar sus novelas.
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Florencia Garramuño participará del ciclo de encuentros Arte y literatura brasileños con una ponencia titulada Recorridos antropófagos. Del perspectivismo amerindio al Cinema Novo, el lunes 9 de enero a las 19:00.
Acompañando la exposición Antropofagia y modernidad, MALBA invita a especialistas en literatura y arte brasileño para dar cuenta de la riqueza referencial y contexto de las piezas que forman parte de la Colección Fadel.
La exposición Antropofagia y Modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel, con obras de artistas centrales como Anita Malfatti, Tarsila do Amaral, Candido Portinari, Emiliano Di Cavalcanti, Maria Martins, Lygia Clark, Iván Serpa, Willys de Castro, Antonio Días y el propio Hélio Oiticica, continúa hasta el 26 de febrero en Malba.
Curadora: Victoria Giraudo
Sala 5. Nivel 2
Inauguración: jueves 24 de noviembre, 19:00
Un amplio recorrido por el arte brasileño a través de una selección de más de 150 obras pertenecientes a la Colección Fadel, uno de los acervos más importantes y completos de Brasil.
Ciclo Arte y literatura brasileños
Recorridos antropófagos: del perspectivismo amerindio al Cinema Novo
Práctica ritual de algunas tribus amerindias antes de la llegada de los europeos, la antropofagia se constituyó a lo largo de los siglos en una figura central del arte, la literatura y la cultura brasileña.
Por Florencia Garramuño
Lunes 9 de enero a las 19:00. Sala Pedagógica, Nivel 1