El nombre de Charley Chase no suele figurar entre los grandes cómicos del cine norteamericano pero debería, porque nunca hizo un mal film y porque definió un estilo de humor que es el más temprano antecedente de la actual sitcom, o situation comedy, en la que el ingenio de la trama importa más que el gag. Chase encarnó a un personaje por lo general aristocrático y elegante -cercano en espíritu al de Max Linder- que se ve sistemáticamente envuelto en peripecias de asombrosa complejidad, con derivaciones lógicas implacables. En AMOR EN LIMUSINA, por una serie de acontecimientos fortuitos, Chase encuentra en su automóvil a una mujer desnuda y luego tiene que lidiar con todas las situaciones que se derivan de allí, incluyendo un marido violento.
AMOR EN LIMUSINA (Limousine Love, EUA-1928) de Fred Guiol, c/Charley Chase, Viola Richard, Edna Marion, Edgar Kennedy, Bull Montana. 20’.