Esta vez, Luisito y Aída son un poco más grandes que sus encarnaciones anteriores y sus destinos en la vida parecen más firmes: el piano para ella, la pintura para él. Además, Luisito es huérfano de madre y esa pérdida que ocurría hacia el final de Edad difícil aquí se ha hecho carne: convive con su padre y sus dos hermanas -al igual que Andrés, el hermano mayor de Edad difícil, llevan una vida sin tantos interrogantes: trabajan y salen a bailar los fines de semana-, y su desajuste no está cifrado en los pantalones cortos sino en ese traje de artista que deberá definir cómo se pone. (…) Su imaginación se entrelaza con su pasión adolescente, sus miedos aguijonean sus destellos de coraje. Torres Ríos impone allí su lógica, un mundo interior modelado en expresiones tangibles y arrebatadoras, un despliegue de fantasía que horada el realismo, que impulsa el macizo mundo de sus personajes a contornos más fructíferos. Como él, quien persiguió un eco de voz más genuina en los resquicios de una industria en la que no siempre tuvo éxito, sus criaturas hallaron en esa marea interior la convivencia con sus propios miedos, la felicidad efímera de tener con quien compartirlos. Texto de Paula Vázquez Prieto.
Friday 20 de December de 2024 a las 20:00
Demasiado jóvenes (1958), de Leopoldo Torres Ríos, c/Oscar Rovito, Bárbara Mujica, R. Zenner, Félix Robles, Ana Casares, Menchu Quesada, M. Dante, F. Ribero, Lautaro Murúa, Alba Mugica. 75’.