Los Felpeto administran desde hace algunas décadas un negocio de apuestas de quiniela. La empresa familiar funciona en una pequeña vecindad de casas blancas en el sur del conurbano bonaerense. Maribel es la encargada de coordinar un grupo de operadores que computan las apuestas en el living de su casa. Alejandra, su madre, vive en una casa idéntica a unos metros de distancia, donde funciona la administración. Algunos capitalistas del juego fueron allanados en los últimos días y el clima en el barrio está enrarecido. Se habla de purgas en la policía y grandes movimientos de dinero. Nadie sabe cuánto hay de verdad en los rumores y las noticias en la tele.
El Barrio Hospital Español está en un vértice formado por las localidades de Temperley, Turdera y Llavallol. Esta zona fronteriza era territorio de El Chino Sabella, un respetado banquero, como se conoce en jerga al capitalista de juego clandestino. La casa de mi infancia —un típico chalet de clase media con ladrillo a la vista y tejas californianas— quedaba junto a la casa de Fabián, hermano de El Chino. Fabián tenía problemas con el alcohol, era peleador y se decía que una vinchuca le había agujereado el corazón y herido de muerte. Su casa funcionaba como depósito y taller de la flota de autos y motos que usaban los correos de la organización, los encargados de recoger el dinero de las apuestas. Tenía tres hijos. Darío, Javier y Jorge. Mi papá me tenía prohibido salir a jugar con los hijos de Fabián. Pero cuando mis padres se separaron se convirtieron en mis mejores amigos. Pasábamos horas escuchando música dentro de los autos de la organización. Imaginábamos largos viajes por la ruta con destino incierto. A veces vendíamos números para rifas inventadas o pedíamos mercadería en el almacén del barrio. Pedir gratis era un derecho adquirido por simple portación de apellido.
Para sumar un ingreso a la magra cuota alimentaria, mi mamá comenzó a trabajar computando apuestas en el callcenter que funcionaba en la casa que El Chino compartía con su esposa y sus hijos. Todo sucedía dentro de un entorno familiar y de absoluta confianza.Trabajaban a partir de las diez de la noche, cuando se sorteaba el último premio. Mi mamá cargaba los datos y el software se encargaba de buscar coincidencias y calcular los premios. Un patrullero pasaba por la puerta a cada hora y hacía sonar las sirenas como si dijera: todo está en orden. Cada tanto —generalmente cuando había nuevos nombramientos en la policía bonaerense— se hacían allanamientos y se llevaban a algunos detenidos. Al menos hasta que los banqueros de la zona se ponían de acuerdo y arreglaban su “postura”, que es el canon que tributan a la comisaría del distrito por cada persona levantando apuestas en la calle.
En más de un sentido, la quiniela, con su origen napolitano, su organización familiar y su metafísica de los sueños parece la representación abstracta de las aspiraciones y límites de gran parte de la clase trabajadora del conurbano bonaerense. La certeza, como aseguraba un célebre sindicalista argentino y bien saben los hijos de buena familia, de que la fortuna no se amasa trabajando. - Hernán Rosselli -
Saturday 07 de December de 2024 a las 20:00
Saturday 14 de December de 2024 a las 20:00
Saturday 21 de December de 2024 a las 20:00
Saturday 28 de December de 2024 a las 20:00
Dirección y guion: Hernán Rosselli
Casas productoras: 36 caballos, Un Resentimiento de provincia, Protón Cine, Zebra Cine, Arde Cine, Jaibo Films, Oublaum Filmes
Producción: Juan Segundo Alamos, Mariana Luconi, Hernán Rosselli, Alejandro Rath, Miguel Molina, Adán Aliaga
Dirección de fotografía: Joaquín Neira
Montaje: Hernán Rosselli, Federico Rotstein, Jimena García Molt
Distribución: Santa Cine
Con Maribel Felpeto, Juliana Simões Risso, Alejandra Cánepa, Leandro Menendez, Javier Abril Rotger, Marcelo Barbosa, Hugo Felpeto
Argentina-Portugal, 2024. 100'