A Bit of Scarlet es una inmersión en un recorte del cine, el de la era de la invisibilidad, para extraer a través del montaje y con gracia infinita esa tonalidad de rojo que luchaba por salir a la luz o bien se travestía para estallar en canciones de cabaret. Narrada con la voz dandy de Ian McKellen, fue concebida menos como un drama que como un espectáculo.
Ludovic y su familia se mudan a un nuevo barrio. Ludovic juega con muñecas, se viste como nena, baila con una gran fineza. Ludovic se enamora de Jéróme –el hijo del jefe de su padre–, quiere ser nena y fantasea con su primera menstruación.
El director Chris Belloni sigue a varios jóvenes de Marruecos que intentan reconciliar sus múltiples identidades como gays, musulmanes y marroquíes.
Martina viaja con su madre a Villa Mercedes, la ciudad donde vive su familia materna. Tras doce años de ausencia, se reencuentra con sus primos, a quienes no ve desde niños. Sin embargo, no siente que los conoce, ya que crecieron separados, y no los puede llamar familia.
En el año 2017, Delfina regresa de Nueva York a un pequeño pueblo ribereño en la provincia de Buenos Aires. Allí visita la tumba de una mujer mayor y la de una joven que es idéntica a ella, llamada Julia. A partir de la identidad de estos dos rostros, una serie de recuerdos se despliegan
La película transcurre durante ese tiempo dominado por la incertidumbre de no saber muy bien qué es lo que va a pasar. Un tiempo donde no hay ninguna regla. Un tiempo ideal para ejercitar plenamente la libertad. Un tiempo impreciso.
El film narra la victoria épica de un pueblo patagónico que logró vencer al poder económico y político, impidiendo que se llevara a cabo un emprendimiento minero.
Te prometo anarquía
Condones usados colgando de una escalera. Chicos que hablan de ordeñarse. Miguel y Johnny son amigos desde la infancia y patinan muy bien. Los actores fueron elegidos a través de Facebook, sin casting, y muestran con autenticidad algunos circuitos de skaters del DF mexicano en primavera.
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