(Unión Soviética, 1953). Un film sobre el compositor ruso Mijaíl Glinka y su obra.
Se basa en algunos pasajes biográficos del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Se centra sobre todo en el triángulo amoroso entre el filósofo, la desinhibida Lou Andreas Salomé y el psicólogo Paul Rée.
En pleno apogeo de las biografías cinematográficas de los compositores clásicos, este film trata sobre la turbulenta relación amorosa entre Robert Schumann y Clara Wieck, pianista y compositora que se casó con Schumann.
Sonia es una viuda, inmensamente rica, de Marshovia, pequeño país centro europeo del que controla la mitad de la riqueza. El país depende de que ella gaste su dinero en él, así que, cuando se traslada a París porque no logra encontrar marido, el rey envía al Conde Danilo a cortejarla y traerla de vuelta.
Versión libérrima de la biografía de Tchaikovsky, hecha para lucimiento de Zarah Leander, quizá la máxima diva del cine nazi, y de la bailarina Marika Rökk.
Brahm, un austrohúngaro -otro más- tal vez algo sobrecargado de expresionismo en las alforjas europeas y que no descargó del todo su lobreguez en las soleadas costas de California, donde nunca llueve salvo en el thriller.
Un voyeurismo tecno es la base argumental de este film, a partir de que un escritor en silla de ruedas (Rey) monta un dispositivo de cámaras ocultas para observar secretamente junto a su esposa (Bisera) la vida sexual de su vecino.
En realidad, Chopin tiene un solo amor verdadero en el film, que es George Sand. Esa relación, el vínculo con Liszt y su enfermedad terminal son los temas más importantes de esta biografía, que describe al músico como un auténtico héroe romántico.
Un anciano despreciado por todos traba amistad con un joven músico y decide convertirse en su maestro, lo que poco a poco revelará un pasado trágico que repercute en el presente.
Joan Crawford es “la bella Tirana” del título en castellano, una mujer temperamental y sin escrúpulos que dirige una empresa de camiones y está dispuesta a todo con tal de que sus negocios salgan adelante.
Los condenados no lloran
En un mundo dominado por los hombres, Ethel Whitehead aprende que para sobrevivir sólo hay un camino: ser seductora y, a la vez, poseer un fuerte carácter. Es así como Ethel decide escalar puestos en la sociedad a través de relaciones interesadas con el sexo opuesto.
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