El progreso y el cambio no son nunca tan estables ni jerárquicos como podría hacernos creer una selección cronológica del tipo de la que se muestra en En el principio. Cualquier cosa que parezca surgir dentro de este cuerpo de obra, ya sea en forma gradual o repentina, resultará haber estado allí siempre, latente en lo que ya había antes. A lo largo de los siete años (1956-62) durante los cuales se tomaron estas fotografías se da una evolución: el paso de imágenes de individuos surgidas de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos, que ponen tanto en juego en el resultado como el propio fotógrafo. Los retratos callejeros de la Mujer con estola de visón y zapatos con moño, Ciudad de Nueva York 1956 y del Hombre con sombrero, traje de baño, zoquetes y zapatos, Coney Island, Nueva York 1960, dan paso a composiciones cada vez más imponentes, como Jack Dracula en un bar, Nueva Londres, Connecticut 1961 y Stripper con el pecho desnudo sentada en su camarín, Atlantic City, Nueva Jersey 1961, en las cuales los detalles meramente azarosos o secundarios se ven superados por el encuentro entre el fotógrafo y el modelo, que impide que el espectador se fije en otra cosa. Detrás de una carpa de circo o de un escenario, o dentro de un dormitorio, el papel de outsider curiosa de Arbus con el tiempo fue perdiendo fuerza en favor del de una insider privilegiada, aunque solo lo fuera momentáneamente. Esto se dio a lo largo de un proceso continuo y sostenido. En su segunda solicitud de la beca Guggenheim, en 1965, Arbus escribió: “He aprendido a ir más allá de la puerta, a pasar del exterior al interior. Un entorno conduce a otro. Quiero poder seguirlo". [1]
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una Nikon F, pero en 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex de objetivos gemelos (binocular). Visto en retrospectiva, el cambio que se dio a lo largo de aquel año, de la espontaneidad que conseguía con la cámara de 35mm hacia la formalidad que le exigía la precisión de la cámara de formato cuadrado de 2 ¼ pulgadas, más voluminosa, parece casi inevitable. Pero las características más notables de las legendarias fotografías de formato cuadrado, que realizó desde 1962 –su centralidad, su audacia, su intimidad y aparente naturalidad– resultan haber estado presentes en su obra todo el tiempo. Son tan claramente visibles en Mujer con guantes y un libro de bolsillo, Ciudad de Nueva York 1956 como en Alto yendo a una fiesta con un vestido de tafeta, Ciudad de Nueva York 1962. La nueva cámara no dio origen a estas cualidades; únicamente las volvió más claras, las hizo más fácilmente reconocibles.
Desde el principio, y a través de toda la obra de Arbus, sus retratados se enfrentan momentáneamente con su propia singularidad y, de este modo, nos desafían a hacer lo mismo. Estas fotografías ponen en cuestión todo lo que creíamos saber acerca de la identidad, el género, la raza, la apariencia y las distinciones entre artificio y realidad. Sin adornos ni grandilocuencia, Arbus nos coloca frente a frente con lo que ya había vislumbrado a los dieciséis años: “lo divino en las cosas ordinarias”. Y a través de sus fotografías, nosotros también comenzamos a verlo.
[1] Diane Arbus, aplicación a la beca de la Guggenheim Foundation para un proyecto que tituló “El paisaje interior” (1965), citada en Revelations, p. 176.
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Fragmento del ensayo incluido en el catálogo que acompaña a la exposición Diane Arbus. En el principio.
Conferencia inaugural de la muestra Diane Arbus. En el principio, a cargo del curador Jeff L. Rosenheim.
Fragmento del ensayo incluido en el catálogo que acompaña a la exposición Diane Arbus. En el principio.
Documento extraído de una de las libretas de notas de Diane Arbus, alojadas en el Archivo Arbus de The Metropolitan Museum (Nueva York).
Una de las fotografías que me dio la idea de que podíamos hacer una exposición con las obras más tempranas de Diane Arbus fue esta obra del hombre en la playa con su traje de baño, medias y zapatos.
El Archivo Diane Arbus está alojado en el Departamento de Fotografías de The Metropolitan Museum of Art, Nueva York, y contiene los negativos de la artista, incluyendo más de 6200 rollos de película blanco y negro y sus respectivas hojas de contacto y sobres anotados.
Inauguración: jueves 13 de julio, 19:00
Curador: Jeff L. Rosenheim
Sala 5, Nivel 2
Organizada por The Metropolitan Museum of Art (Nueva York), la exhibición presenta por primera vez en nuestro país un conjunto de 100 fotos de Diane Arbus (1923-1971), una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX.
Archivos
En el principio
Fragmento del ensayo incluido en el catálogo que acompaña a la exposición Diane Arbus. In the Beginning.
Por Jeff L. Rosenheim