El mainstream hollywoodense solía escaparle a los temas controvertidos hasta que apareció Stanley Kramer, primero como productor y luego como realizador.
Matiora es una isla que está por desaparecer bajo el agua, a causa de la construcción de un embalse hidroeléctrico. El film es una larga y doble despedida.
A Ignacio (un ya no tan joven arquitecto) su novia le da una inesperada noticia: está embarazada. La sucesión de éxitos inmediatos y una serie de temblores que parecen presagiar un terremoto lo sumergen en un viaje cómico y profundo.
Ricardo Soulé, el músico que a los veinte años condensó la Biblia en una hora de música rock, quiere ser libre. En su profesión, en su vida diaria, en sus sueños.
Un cortometraje en formato 16 mm filmado hace más de 40 años es hallado azarosamente en un pueblo de Córdoba y llega a un cineclub de Buenos Aires. En él una mujer de 37 años, madre de 17 hijos, muestra su vida y cuenta sus esperanzas, depositadas en la vuelta de Perón al país tras 18 años de exilio.
El film tiene algunas filiaciones obvias (EL SALARIO DEL MIEDO, EL TESORO DE LA SIERRA MADRE) pero eventualmente levanta vuelo propio gracias a la tensión que se produce entre Gary Cooper y Barbara Stanwyck.
Progresivamente se van descubriendo sus numerosos personajes, sus ocupaciones y, sobre todo, sus deseos amorosos. Se vuelve aparente entonces que el tema principal es la atracción física en sus diversas manifestaciones.
La vida del fundador de la psicología analítica y el desarrollo de sus principales conceptos son examinados a través de numerosos testimonios de hombres y mujeres de su círculo íntimo y profesional.
No abras nunca esa puerta
Esta fue una de dos películas de Christensen basadas en relatos de William Irish. Se divide en dos episodios, ALGUIEN AL TELÉFONO y EL PÁJARO CANTOR VUELVE AL HOGAR, que implican muy diferentes planteos.
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