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2012

Al cumplirse el décimo aniversario del fallecimiento de Víctor Grippo (Junín, Buenos Aires, 1936 - Buenos Aires, 2002), Malba organizó una exposición homenaje en colaboración con su viuda, Nidia Olmos. En 2004 el museo ya había realizado una gran retrospectiva del artista -la más completa hasta entonces-, y en esta ocasión presentó una acotada selección de piezas para recordar especialmente la dimensión social de su obra, reconocida hoy en todo el mundo como uno de las más originales y significativas en la historia del arte contemporáneo del siglo XX. 

Esta publicación reproduce las 20 obras antológicas expuestas -objetos, instalaciones, obras en proceso, cajas y ambientaciones especialmente reconstruidas-, entre las que figuran las históricas Todo en marcha (Índice del movimiento general de los seres y las cosas) (1973), Algunos oficios (1976) o La papa dora la papa, la conciencia ilumina la conciencia (1978), y sus célebres series Cercando la luce y Anónimos, y las piezas Vida, Muerte, Resurrección (1980) y La comida del artista (1991), de la Colección Malba. En los ensayos críticos, Marcelo E. Pacheco (curador jefe del museo 2002-2013) repasa los ideales sociales del artista en relación con la violenta historia de la Argentina, y la investigadora y curadora Adriana Lauria aborda el carácter alquímico de sus obras. El libro incluye también una breve selección de textos del propio Grippo y una biografía ilustrada. 

“Grippo tenía fe en la redención, creía en un nuevo orden donde los habitantes del fin del mundo, rodeado de la mayor de las violencias, pudieran sentirse maravillados frente a la generosidad de la tierra” —Marcelo E. Pacheco.

“Grippo ha transmutado sus ideas y convicciones en objetos artísticos, que al dirigirse a nuestra sensibilidad (…) renuevan nuestra fe en que toda transformación es posible (…). El alquimista ha puesto su obra en marcha” —Adriana Lauria.