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Armamos una escenita Ancien Régime. Entre nubes de rapé y pelucas empolvadas, con el iluminismo todavía lagañoso, la ciencia se va instalando en los salones, o en la parte mejor vestida y “cultivada” de un régimen a punto de derrumbarse. El señor Guillotin es recibido por Luis XVI en una jornada iluminada con velas innumerables, y el propio monarca, relojero aficionado él mismo, le brinda consejos para mejorar la efectividad de corte de una piadosa herramienta de ejecución… que en pocos años tendrá mucho trabajo. Es una de las escenas inaugurales-legendarias que dibuja Héctor Meana.

Conocido mayormente como pintor, Meana tiene una importante obra dibujada. En la realizada especialmente para esta muestra se inspira, en términos de tratamiento, en una serie de dibujos de Clorindo Testa sobre un episodio histórico, “La peste en Cappaloni”.

Obsesionado por el siglo XVIII, a Meana no solo lo atraen los condes y marquesas, sino también la figura del talento solitario que puede ser tanto un pintor más realista de lo conveniente como el inventor de una nueva campana de buceo que debe vagar por entre gente que se cree divertida para conseguir financiamiento.

*Este es el primer posteo de una serie en la que iremos presentando a los nueve artistas que forman parte de la muestra Contemporáneo 31 - Lo contrario de la magia. Los textos son de Lux Lindner, curador de la muestra.

Foto: Héctor Meana, No quiero ver (2014)