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Desde los inicios de su carrera artística, Yoko Ono se interesó por la práctica de sus Instrucciones, que continúa realizando a sus ochenta y tres años. Es a partir de estas piezas que gran parte de su trabajo se ha ampliado y reproducido para componer un corpus en buena medida definido por la no definición.

De una primera instrucción, surgen otras piezas que resuenan con ella y con su contenido. En algunos casos, Yoko pasa de una instrucción a un film, como en el caso de Pieza de encender, presentada en 1955 (“Enciende un fósforo y observa hasta que se consuma”). Más adelante, en mayo de 1962, Yoko realizó esta acción frente al público, en el escenario del Sogetsu Art Center de Tokio. En los registros fotográficos, se la ve sentada en un pequeño asiento, junto a un piano, encendiendo un fósforo para dar fuego a un cigarrillo. Y luego mira el fósforo hasta que se apaga. Yoko realiza la acción presentándola como una performance suya, pero la instrucción en la que se origina está pensada para que cualquiera pueda realizarla. Además, esta misma instrucción es también la base de otra pieza, una película: Film N° 1. Fósforo, de 1966.