El filósofo y crítico literario Jesús Moreno Sanz responde dos preguntas sobre los temas que abordará en el curso Las vidas filosóficas entrecruzadas de Edith Stein, María Zambrano, Hannah Arendt y Simone Weil, que comienza hoy a las 18:30. ¡Todavía quedán vacantes! Informes e inscripción: literatura@malba.org.ar
-¿Qué aspectos comunes hay en la actitud de estas cuatro pensadoras frente a la realidad europea de la primera mitad del siglo XX?
Desde esa perspectiva que incluye la empatía de Edith Stein, la razón poética de Zambrano, el amor mundi de Arendt y la verdadera ciencia de la compasión de Simone Weil, es muy notoria la común consideración, y desde metáforas y símbolos muy similares, del desquiciamiento de la razón y de los modos culturales y sociales en una "noche de lo humano", que muestra la fragilidad de la democracia y los peligros a los que se ve sometida por diversas formas de totalitarismo, de cuyo análisis serán las cuatro grandes precursoras. Recupero para ellas la palabra "resiliencia", que es lo que ellas cuatro opusieron con la enconada resistencia y temple del pensar y del vivir ante "tiempos de oscuridad", y que también podríamos sintetizar para las cuatro como una no rendición ante la tragedia que vivieron, siendo así notorio en las confluencias entre las cuatro el intento de rescatar la esperanza de la fatalidad trágica de la historia. Es esa trágica -y por momentos muy "poética" y aun "mística" (claramente en Stein, Zambrano y Weil, al trasluz en la "confianza" del "nuevo nacimiento" en Arendt)- esperanza el núcleo mas vivo en el que coinciden máximamente sus modos de pensar y su propuesta de un nuevo enquiciamiento de una razón no violenta frente a la profunda crisis que denunciaron de toda la cultura europea.
-¿Qué tendencias filosóficas de la época se condensan en su obra?
Para comprender los aspectos comunes de estas cuatro pensadoras frente a la realidad europea de la primera mitad del siglo XX hay que partir precisamente de las tendencias filosóficas que condensan en sus respectivas obras, es decir, un pensamiento de la crisis europea y occidental que halla sus puntos de partida en la crítica al positivismo, al psicologismo y al historicismo desde los vitalismos, la fenomenología, el personalismo y el naciente existencialismo. Son sus propios grandes maestros, Husserl, Heidegger, Ortega y Alain, además de la gran influencia en las cuatro de Bergson, Scheler y aspectos nucleares de S, Agustín, Spinoza y de Nietzsche, los que las inducen, en la gran singularidad de cada uno de sus modos de pensar, a ir como adentrándose en caminos que se entrecruzarán de modo decisivo ene esa crítica cultural de occidente, en muchos aspectos concomitantes entre ellas que radicalizan aspectos de sus maestros e influyentes y que podríamos sintetizar como el intento de llevar la fenomenología a las raíces de la vida, mediante una razón viviente y concreta que supere los reduccionismos y abstracciones del puro racionalismo.