Este fue un año particularmente activo para el área de Literatura del museo. Malba tuvo el honor de recibir las visitas internacionales de John M. Coetzee, Milena Busquets y Édouard Louis. Se presentaron los libros El último Hölderlin, Cardenio de Carlos Gamerro, Dioniso. Eros creador y mística pagana de Hugo Mujica, Macaneos de Sara Gallardo, Fervor de las vanguardias de Jorge Schwartz y Me lo llevaré a la sepultura, un recorrido literario que se detiene en momentos clave de la historia del siglo XX a través de las historias de treinta escritores de diecinueve países, editado y publicado por Malba Literatura.
En febrero se estrenó la obra de teatro El rastro, sobre la novela de la escritora mexicana Margo Glantz, en versión teatral de Analía Couceyro y Alejandro Tantanian. También tuvieron lugar la quinta y la sexta edición del ciclo de proyecciones El escritor oculto, con la curaduría de Luis Ospina y Roger Koza respectivamente. Las jornadas El Silencio Interrumpido. Escrituras de mujeres en América Latina y Alejandra Pizarnik se convirtieron en lugares de encuentro para la discusión y el intercambio de ideas. En agosto se realizó el ciclo La mirada documental, sobre el estatuto de lo "documental" en la ficción y en septiembre la Feria de publicaciones independientes en el marco de los quince años del museo y una nueva edición de FILBA. Las fiestas de lectura silenciosa convocaron a un nuevo público, que se acercó masivamente al museo.
Finalmente hubo, como todos los años, una gran cantidad de cursos dedicados al publico especializado y al general. Este año se destacaron especialmente Fantasmas de Rulfo, Georges Perec. Prohibido perderse entre las cosas, Don Quijote de la Mancha, De dónde vienen las historias, Breve historia argentina de la literatura latinoamericana, El encuentro de Occidente con la cultura japonesa y Borges: la leve macchina de producir asombros, entre otros.