Cuestionar lo establecido requiere de “espíritu curioso” para imaginar otros recorridos, tal vez inesperados. Desde lo experiencial, lo educativo y lo afectivo, queremos construir un museo que dé la bienvenida y sea plenamente accesible.
Como equipo de Educación, y desde nuestra pluralidad, queremos encontrarnos en instancias de disfrute, en el goce propio y el ajeno; compartir cómo vivenciamos pensar y experimentar nuestras prácticas. Generar las condiciones para abrir el diálogo y los sentidos con un enfoque imaginativo que contemple el error y lo inesperado. Enriquecer el fluir de saberes y construir, en la diversidad, pensamientos colectivos.
Reconocemos al museo en su contexto y realidad social. Nos gusta trabajar en red y articular con organizaciones sociocomunitarias y educativas, a partir de objetivos y esfuerzos comunes. Entendemos la educación y las artes como catalizadores para la transformación del entorno, la imaginación creadora, la reflexión crítica, el surgimiento de acuerdos y desacuerdos.
Lo que vivimos solemos transformarlo en historias y relatos, que algún día, tal vez, le contaremos a alguien. Nos gusta que lo que compartimos en los espacios que habitamos esté lo suficientemente teñido de afecto para no olvidarlo tan pronto.
Queremos alentar la aparición de interlocutores que busquen, exploren y (re)encuentren su propia voz con los sentidos atentos a lo que puede acontecer en un lugar de cuidado mutuo.
Desde nuestras prácticas, nos proponemos trazar un recorrido espiralado: de (nuestro) imaginar a imaginar(nos) con otres.
—El equipo de Malba Ediucación