Un recorrido por la historia de la institución cultural más importante de la primera parte del siglo XX en nuestro país. Fundada para contribuir al trabajo y el bienestar material de los artistas locales y facilitar el acceso de la sociedad a diversas producciones artísticas -nacionales, latinoamericanas e internacionales, desde lo contemporáneo hasta lo precolombino-; la Asociación Amigos del Arte (AAA) diseñó un modelo de gestión inédito en la escena intelectual. Desarrolló actividades en diferentes áreas (arte, música, cine, literatura, teatro, conferencias y publicaciones), dando lugar a un amplio territorio de expresiones, problemáticas e ideologías, vinculadas con la tradición y la vanguardia, el nacionalismo y el cosmopolitismo.
La exposición exhibe un conjunto de 100 obras de Fernando Fader, Cesáreo Bernaldo de Quirós, Ernesto de la Cárcova, Pedro Figari, Benito Quinquela Martín, Emilio Pettoruti, Víctor Cunsolo, Ramón Gómez Cornet, Raúl Soldi, Antonio Berni, Juan Del Prete, Xul Solar, Raquel Forner y Alfredo Guttero, entre otros; junto con fotografías, publicaciones, filmaciones, grabaciones, afiches, películas, diarios y revistas, entre otros documentos de época. También se incluyen una serie de videos, editados especialmente para la ocasión con material de archivo, que ilustran los principales programas realizados en la institución. La muestra inaugura un nuevo modelo expositivo para Malba, que recrea y actualiza en sala lo que pudo ser una tarde en Amigos del Arte en los años 20, a través de un lenguaje visual contemporáneo.
Curada por Patricia M. Artundo y Marcelo E. Pacheco -Curador en Jefe de Malba-, junto a Omar Corrado y Fernando M. Peña, como curadores asociados en música y cine respectivamente; la exposición propone una relectura y puesta en valor de la historia de Amigos del Arte, silenciada en la historiografía nacional. Representada sólo como un espacio destinado a exposiciones de arte administrado por un grupo de la oligarquía terrateniente, la lectura histórica estuvo determinada por el prejuicio e insistencia en su clasificación como institución de clase, derivada del origen social de la mayoría de sus miembros.
Sin embargo, el impacto de la AAA es un hecho en los primeros 50 años del siglo XX y en su proyección. Entre 1924 y 1942 presentó casi 500 muestras, 300 conferencias, 300 conciertos y 15 espectáculos de teatro. Los mecanismos que inventaron y adaptaron para administrar y generar recursos, planificar, producir y difundir actividades, señala la modernidad y profesionalismo con que la institución construyó un modelo inédito en el país, afirma Pacheco.
Junto a la exposición, Malba editó un catálogo de 320 páginas bilingüe español inglés, que se convierte en el primer material de referencia sobre la institución. Cuenta con un ensayo curatorial de Patricia M. Artundo y una serie de textos de estudio realizados por reconocidos especialistas: Omar Corrado (La sala de Amigos del Arte, Aleph musical de Buenos Aires); Gonzalo Aguilar (Conferencias en Amigos del Arte: un teatro intelectual en Buenos Aires); Fernando Martín Peña (Amigos del Cine) y Juan Suriano (La Argentina, entre las dos guerras mundiales). Además de una completa cronología histórica realizada por Marcelo E. Pacheco.