Por Octavio Paz
La original Texas Chainsaw Massacre se había caracterizado por una profunda y claustrofóbica impresión de angustia que el realizador lograba sostener sin pausas a lo largo de todo su metraje. En esta segunda oportunidad, con más presupuesto, Hopper concibió una intensa sucesión de disparates varios y agregó varias ideas de un insano humor negro.
Una relectura del mito de la licantropía en términos intensamente contemporáneos: los medios masivos de comunicación, la marginalidad urbana y hasta las terapias de autoayuda.
Parece inverosímil, pero la historia ocurrió de veras. En las primeras escenas Henry Fonda es detenido por un asalto que no cometió, y a partir de allí tres testigos lo identifican erróneamente y todo el procedimiento policial y judicial opera en su contra.
Cuando una película empieza con un mar embravecido, generalmente quiere decir que va a haber problemas, y en Rebeca, Mr. de Winter y su futura esposa se encuentran por primera vez en Montecarlo junto a un acantilado no muy distinto de los de Cornwall.
El prólogo (viejo lobo de mar charlando con niños, objetos eléctricos que se ponen a andar solos) ya hace pegar un par de saltos. Después el terror crece y se diversifica.
Esta quizá sea la más recordada de sus comedias para Tashlin, por la combinación de humor y emoción en el vínculo con un huérfano japonés, y por los antológicos gags de dibujo animado que protagoniza el conejo del título.
El esquema de El botones se traslada aquí a un estudio de cine, circunstancia que Lewis aprovecha para dar rienda suelta a su propia experiencia cinematográfica y desarticular todos los dispositivos con que Hollywood se especializó durante décadas en fabricar apariencias.
La adaptación del poeta Rafael Alberti y la característica elegancia de la realización de Luis Saslavsky dotaron de particular encanto a esta superproducción de los Estudios San Miguel, que sintetiza las características esenciales del llamado “período de oro” del cine argentino.
Católico devoto y hombre de públicas virtudes, el protagonista de este film resulta ser también un loco temible, que primero tortura psicológicamente a su esposa y luego trata de matarla.
Esta curiosa variación sobre el tema de Fausto es uno de los poquísimos films auténticamente fantásticos de la historia del cine argentino y también uno de los menos vistos.
Buñuel y Alcoriza empiezan por hacer que su heroína favorezca por igual (y hasta sus últimas consecuencias) a los dos protagonistas del film y luego construyen un verdadero catálogo de bromas pesadas a costa de arquetipos judíos, católicos, españoles, mexicanos, italianos y argentinos, a despecho de toda corrección política.
Ensayos
Apariciones y desapariciones de Remedios Varo
Por Octavio Paz
Con la misma violencia invisible del viento al dispersar las nubes pero con mayor delicadeza, como si pintase con la mirada y no con las manos, Remedios despeja la tela y sobre su superficie transparente acumula claridades.
09.03.2020