Condones usados colgando de una escalera. Chicos que hablan de ordeñarse. Miguel y Johnny son amigos desde la infancia y patinan muy bien. Los actores fueron elegidos a través de Facebook, sin casting, y muestran con autenticidad algunos circuitos de skaters del DF mexicano en primavera. La ciudad está. siempre presente, curiosamente desolada por momentos. Están solos y enamorados, presos de un business que por momentos parece que los salvar. de sus vidas y que cada tanto suena innecesario, prescindible. Podrían estar así como están por años, como desde niños. Venden su sangre y lo intentan con un negocio que, de entrada, no parece cerrar bien. No puede salir bien, cada movimiento es una mala jugada. Las venéreas y el amor romántico hacen de las suyas en una relación compleja, condenada a la tragedia, vivida con rabia, paranoia, desencuentros y una atmósfera noir de gangsters melancólicos, anímicos. Las continuas alusiones al vampirismo no prometen vida eterna. La anarquía no los toca con su varita mágica. La banda sonora es bellísima y ellos, probablemente, también. Texto de Dani Umpi.