La estructura en forma de collage de la película reúne textos de múltiples fuentes y crea un mundo de artificios teatrales. Sonidos, ritmos, visiones, palabras, cuerpos y rostros. Personajes de sueños, expuestos, pero secretos, que surgen y desaparecen. Rosa de areia trata sobre la relación entre el cine y la literatura. No en los términos acostumbrados, evidentemente: lo que hay aquí es una selección de textos (que van de Montaigne a Kafka, de relatos jurídicos medievales a Carl Sagan) leídos o declamados por actores, y organizados según una cierta idea de “collage”. El resultado es un doble desafío; primero, a los cánones y normas establecidas (y la dificultad para encontrar quién quisiese estrenar la película es un síntoma de la violencia de este desafío), y en segundo término al espectador, porque no cualquiera puede entrar a esta suerte de escenario cósmico. Rosa de areia es un film de ningún lugar o época, y a la vez un film de todas partes y todos los tiempos. A fin de cuentas, lo que está en juego aquí es, más que la poesía de la tierra, la poesía de la Tierra. Texto de Luís Miguel Oliveira.
Portugal, 1989 / 87’ / 35mm / Color Portugués
D, G: António Reis, Margarida Cordeiro
F: Acácio de Almeida
Se proyecta junto a Jaime.