El caso real de Hossein Sabzian, quien se hizo pasar por el director Mohsen Majmalbaf ante la familia Ahanjanh fue el punto de partida de esta película, considerada por buena parte de la crítica como el punto más alto en la filmografía de Kiarostami. Incluso el propio director la ha considerado en más de una entrevista como su favorita particular.
Close-up es además la película más analizada, interpretada y polemizada de la carrera del realizador. Para algunos, el eje es la figura de Sabzian, el impostor, aunque resulta difícil encontrar un acuerdo acerca de qué perfil es el más acentuado: ¿es su pobreza y su tristeza? ¿su pasión por el cine y su astuta defensa? ¿o es su ingenuidad? Para otros, el eje está en el cinéfilo juez que lleva adelante el proceso que se le sigue a Sabzian por estafa. Para otros, el nudo de la película es cómo Kiarostami reflexiona acerca de los procedimientos cinematográficos al interior de la propia película, aunque es evidente que Close-up va siempre mucho más allá del juego del cine dentro del cine.
Los procedimientos de Kiarostami en esta película son diversos. Está presente con su cámara en el juicio y, con permiso del juez, hasta “dirige” el juicio. Reconstruye y amplía el juicio luego e inserta varios segmentos como si fueran del juicio real. Entre los múltiples “primeros planos” de Sabzian, hay algunos rodados durante el juicio y otros luego, pero todos se ven como pertenecientes a la audiencia, incluso con las marcas de “toma única” puestas a conciencia por Kiarostami.
Texto de Javier Porta Fouz.
Close-up [Namai-e nazdik / Primer plano] (Irán, 1990) c/Hossein Sabzian, Hassan Farazmand, Abolfazl Ahanjah, Mehrdad Ahanjhah, Nayer Mohseni Zonuzi, Ahmad Reza Moayed Mohseni, Mohsen Majmalbaf. 90’