Este es un caso raro en el que las diferentes versiones permiten seguir el recorrido geográfico de un artista. El músico Jean Gilbert (cuyo verdadero nombre era Max Winterfeld) estrenó la opereta La casta Susana en Berlín en 1910, con argumento basado en una obra teatral francesa. Ambientada en Francia, la obra es una desprejuiciada sátira de las pretensiones morales de la burguesía y se transformó rápidamente en un éxito internacional, con versiones en varios idiomas. El ascenso del nazismo, que nunca tuvo mucho sentido del humor, obligó a Gilbert al exilio y así participó de la primera adaptación sonora de su opereta, rodada simultáneamente en francés e inglés. Aunque el director Berthomieu nunca fue muy importante, la interpretación protagónica del gran Raimu y la bella Meg Lemonnier dieron a la versión en francés un encanto particular. El avance del nazismo trajo finalmente a Gilbert a la Argentina, donde falleció en 1942. Dos años después se estreno en cines la adaptación en castellano de La casta Susana, una superproducción dirigida por el español Benito Perojo con Mirtha Legrand y Juan Carlos Thorry. La actriz, que siempre fue una gran comediante, hizo aquí por única vez en su carrera un personaje completamente amoral y feliz de serlo.
La casta Susana (Argentina, 1944) de Benito Perojo, c/Mirtha Legrand, Juan Carlos Thorry, Alberto Bello, Tilda Thamar, Héctor Calcaño. 95’.