Las relaciones entre arte y tecnología poseen una extensa historia en el arte argentino. Los experimentos con luz y movimiento de los 1940 fueron los precedentes de las diferentes corrientes que se desarrollaron durante la década de 1960. Dispositivos mecánicos y electrónicos, luces, máquinas, nuevos materiales, aparecieron con frecuencia en las obras y reflexiones de los jóvenes artistas. Una de las corrientes más importantes, por su producción y proyección internacional, fue el arte cinético. En París, los argentinos Julio Le Parc y Horacio García Rossi junto a Francisco Sobrino, Francois Molleret, Joël Stein e Yvaral fundaron el GRAV (Groupe de Recherche d’Art Visuel) en 1960. Este grupo sostenía la necesidad de abolir la concepción del artista como genio individual. Adoptando la producción de múltiples en reemplazo de la obra única, e interesados en la creación colectiva y anónima, desarrollaron una variedad de eventos públicos. Para ellos, el contexto de exhibición y el lugar del espectador eran fundamentales, lo que los llevó a experimentar con efectos ópticos y cinéticos. De esta manera, a través de la tecnología, el GRAV buscaba una vía hacia la erosión de los límites entre arte y vida.
Duración: 60 minutos.
Actividad incluida en la entrada al museo.
Rodrigo Alonso
Licenciado en Artes (UBA), especializado en arte contemporáneo y nuevos medios, teórico e investigador en el campo del arte tecnológico de América Latina. Ha publicado numerosos ensayos y libros sobre el tema y escribe regularmente en diarios, revistas de arte y catálogos. Como curador independiente organizó exposiciones en instituciones internacionales, entre las que se encuentran: Pop, realismos y política. Brasil/Argentina. 1960s, Fundación Proa; Museo Oscar Niemeyer, Curitiba, Brasil; GAMEC, Bérgamo, Italia, 2012-2013, con Paulo Herkenhoff; Arqueologías a destiempo (Galería Gabriela Mistral, Santiago de Chile, 2012), Situating No-Land (Slought Foundation, Philadelphia, USA, 2011) y Tales of Resistance and Change (Frankfurter Kunstverein, Frankfurt, 2010). En 2011 fue curador del Pabellón Argentino en la 54° Bienal de Venecia. Rodrigo también ejerce como profesor de programas de grado y postgrado en universidades de Argentina, América Latina y Europa, y jurado y asesor de premios y fundaciones internacionales.