El próximo jueves 23 de junio a las 19.00, MALBA inaugura Yoko Ono. Dream Come True, la primera exposición retrospectiva en la Argentina de Yoko Ono (Tokio, 1933), pionera y figura ineludible del arte conceptual y participativo contemporáneo. La muestra está compuesta por más de 80 trabajos, que incluyen objetos, videos, films, instalaciones y registros sonoros producidos desde principios de los 60 hasta hoy, y tiene como eje las llamadas Instrucciones, que Ono viene desarrollando desde hace más de sesenta años. El título de la muestra puede ser leído como una metáfora de su trayectoria artística pero también como un comentario a la situación global de nuestra época que, según Ono, puede ser mejorada a través de la participación conjunta y el intercambio creativo.
Asociada con el arte conceptual, la performance, el grupo neo-vanguardista Fluxus y los happenings de los 60, Ono ha sido, sobre todo, una pionera en el cuestionamiento del concepto y el objeto de arte. Ha roto las fronteras tradicionales que dividen las distintas disciplinas artísticas y, al invitar a los espectadores a jugar un papel activo en la producción de la obra, ha creado un nuevo modo de relación con ellos.
Usando un lenguaje claro y universal, Ono produce objetos, eventos, rituales y acciones, cuya precisa elaboración se completa a través de la participación del público. Las “instrucciones” son piezas compuestas por mensajes simples y poéticos, que invitan a los espectadores a realizar determinadas acciones, como “escuchar el sonido de la Tierra girando” o “encender un fósforo y observar hasta que se consuma”.
El proyecto expositivo contempla dos instancias: por un lado, la propia muestra en las salas de MALBA; por el otro, la exposición y difusión de gran parte de las obras en el espacio público, los medios masivos de comunicación, Internet y las redes sociales. De este modo, las instrucciones pueden aparecer para ser leídas en los muros de la sala de exposición, en las páginas de un periódico, como parte de un “Festival de danza”, en un cartel en mitad de una avenida importante, una parada de colectivo o en el subte; o para escucharse a través de altavoces, de una radio, dichas al oído. Se pueden recibir en e-mails, a través de las redes sociales o como una imagen que se viraliza en Instagram.
De este modo, Yoko Ono amplifica el alcance de una obra con un fuerte compromiso social y político, a partir de su militancia a favor de movimientos como el feminismo, el pacifismo y el ecologismo. En Dream Come True, la artista nos invita a atravesar una experiencia transformadora en nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.
“Es importante hacer notar –señala Agustín Pérez Rubio– que si las instrucciones de Yoko se vuelcan hacia el mundo es ni más ni menos porque también lo llevan en sí y lo condensan. No son una creación ensimismada que pretenda ser meramente comunicada, sino que intentan devolver, a quienes las escuchan, la conciencia de ese lugar, de ese mundo en el que están, con los problemas, aspiraciones, deseos, frustraciones, y demás cuestiones sociales y políticas que los afectan. De ahí que la obra de Yoko Ono pueda leerse como un corpus teórico con una agenda política, desde sus comienzos hasta hoy.”
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A cargo de los curadores, en conversación con Graciela Speranza
Jueves 23 de junio, 18:00
Dream Come True presenta no solamente una recopilación de los textos o instrucciones que Yoko Ono ha realizado, sino también una gran cantidad de obras que tienen sus raíces en estas piezas. La muestra incluye la primera instrucción realizada por la artista, Pieza de encender, otoño 1955 (“Enciende un fósforo y observa hasta que se consuma”) y la acompaña Film N°1. Fósforo, 1966, donde se ve esa instrucción materializarse. Otro ejemplo es Pieza risa, invierno 1961 (“Pásate una semana riendo”) que se presenta junto a Film N°5. Sonrisa, 1968, en el que se ve la cara de John Lennon en primer plano, que pasa de un rictus anodino a un gesto de franca alegría. Están también sus piezas susurradas, con las que, desde el 2001, Ono incentiva a que la gente se lleve prendida en la ropa frases como “Sueña”, “Toca”, o “Ríe”. En estos casos, a partir de una primera instrucción surgen otras piezas que resuenan con ella, con su contenido o su afán de trascender. La amplitud de formas de obra que las instrucciones de Ono permiten (texto, performance, sonido, instalación, film, objeto), se ve claramente en la famosa instalación que surge de la instrucción de su pieza Pintura de techo, pintura del sí, 1966, gracias a la cual se conocieron Yoko y John, y que dice: “Sube a una escalera. Observa la pintura del techo con una lupa y encuentra la palabra “sí”. La palabra “sí” aparece después también en carteles de vía pública, como una instrucción o una acción positiva, un deseo de afirmación o autoafirmación.
En algunas piezas, las palabras operan con juegos de sentido, como en el caso de “Fly”, que en inglés significa “vuela” o bien “mosca”. Por un lado existe Fly Piece (Pieza vuelo), 1963 (con la instrucción “Vuela”), pero por otro también existen el film Fly (Mosca), 1970, y una pieza sonora un año posterior: Mosca, 1971. Desde 2001, hay además carteles de vía pública y prendedores realizados con la misma palabra como instrucción y título.
Como textos escritos, estas obras pueden ser leídas por uno mismo, pero también es posible escucharlas presentadas por la propia artista o leídas por otras personas. En este sentido son obras fluidas, comunicables, pensadas para llegar a la mayor cantidad de personas posible, y que buscan generar nuevos tipos de relaciones con el público.
“Las obras de Ono se fundan en un concepto que se va perfilando de manera neutral, que no tiene una dimensión psicológica, ni asociaciones ni subjetividad personales, y cuya elaboración material está determinada en buena medida por el espectador/participante, hasta el punto de permitir la eventual disolución/destrucción de la obra”, explica el curador Gunnar B. Kvaran, que también es Director del Museo Astrup Fearnley de Oslo.
Yoko Ono invita a las mujeres de América Latina que hayan sufrido violencia de género a ser parte de su
exhibición en MALBA
Convocatoia abierta del 25 de abril al 16 de octubre de 2016
Participación vía web: http://www.malba.org.ar/arising/
En el marco de Dream Come True, Yoko Ono y MALBA invitan a las mujeres latinoamericanas que hayan sufrido violencia de género a ser parte del proyecto Arising / Resurgiendo. La obra recogerá los testimonios recibidos –un texto que describe la experiencia sufrida y una foto de los ojos de la participante– en una instalación en la Sala 5 del museo y en el sitio web de la muestra. A partir de esta instrucción, dirigida sola y exclusivamente a las mujeres, Ono ofrece una instancia de catarsis y sanación para aquellas mujeres cuyos cuerpos o psique han sufrido agresiones, brindándoles la oportunidad de hacer pública su historia a partir de un testimonio en primera persona. También se está preparando un libro, que incluirá una selección de los testimonios y fotografías. Arising / Resurgiendo seguirá ampliándose y se exhibirá en varios países.
“Yoko –indica Pérez Rubio– es una de las primeras artistas feministas. En su amplia práctica artística está muy presente la idea de lo comunitario y uno de los pilares de su trabajo han sido sus propuestas en contra de la violencia. Arising da buena prueba de ello dado que trabaja en torno a la violencia de género y permitirá a las participantes ser parte intrínseca de la muestra”.
El agua es un motivo recurrente en la obra de Yoko Ono, y provee muchas capas metafóricas: el agua es el componente principal del cuerpo humano. La filosofía budista compara la vida humana con el agua y el cuerpo humano con un recipiente. En 1971, Ono invitó por primera vez a un conjunto de artistas a participar en Evento agua, que tuvo lugar en el Museo Everson de Siracusa (Nueva York) y desde entonces ha repetido la acción en diferentes muestras. Su intención es la creación de obras colaborativas basadas en el agua y sus significados.
En el marco de Dream Come True, Ono convocó a un grupo de doce artistas latinoamericanos, seis mujeres y seis hombres –Liliana Porter, Hernán Marina, Ana Gallardo, Amalia Pica, Rosângela Rennó, Runo Lagomarsino, Alexander Apóstol, Alfredo Jaar, Tania Bruguera, Teresa Margolles, Tercerunquinto, Antonio Caro– con la consigna de que produzcan una obra-recipiente capaz de “llevarles agua” a las personas, ya sea para sanar su mente o para reconocer su valentía para manifestarse. También puede destinarse específicamente a una persona, pueblo o región que necesite desesperadamente agua. Yoko Ono, completa la obra de los artistas convocados, aportando simbólicamente el agua que llena dichos contenedores. Cada obra será exhibida en las salas del museo como parte de la exposición.
Por trece días consecutivos, comenzando el miércoles 19 de octubre y hasta el 31 de octubre –día de cierre de la exposición de Yoko Ono en MALBA-, se presenta la obra conceptual “Festival de Danza Hazlo tú mismo” en el Diario La Nación, en FM Blue 100.7 y en las redes sociales del museo.
Sin escenarios, coreografías ni locaciones precisas, los festivales de danza de Ono existen como obras conceptuales, cuyos eventos son realizados en soledad o en las mentes de los participantes. Durante más de cincuenta años, Ono los viene realizando en diferentes diarios del mundo como una invitación a atravesar una experiencia transformadora en nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.
Sobre el festival, Gunnar B.Kvaran, co-curador junto a Agustín Pérez Rubio de la exposición en MALBA dice: “El Festival de danza Hazlo tú mismo es una pieza de instrucción de Yoko Ono para el espacio público. Se trata de una obra performática y auditiva que una vez más pretende la participación del público para la construcción de la obra artística. Invita a responder los interrogantes que postula la artista, a formar parte y llevar a cabo con actos simples las instrucciones para cada día”, explica. “El Festival es una obra poética con raíces en el budismo que invita a la meditación y se presenta como un viaje. Sin embargo, es también un gesto artístico revolucionario que hace preguntas sobre los principios conceptuales detrás de una obra de arte, desacralizando al mismo tiempo el objeto artístico como a la propia artista”, concluye.
Descargar gacetilla completa del Festival de Danza "Hazlo Tú mismo"
Para acompañar la exposición Dream Come True, MALBA editará dos publicaciones que estarán disponibles en MALBA Tienda: un libro que dará cuenta de la muestra, a modo de catálogo, y una reedición de 1.000 ejemplares de Pomelo (Grapefruit, 1964), de Ono.
El catálogo de la exposición se editará únicamente en español, por pedido explícito de la artista. Con más de 160 páginas, incluye una amplia selección de imágenes que repasa la historia de sus instrucciones, dos ensayos de los curadores de la muestra, Gunnar B. Kvaran y Agustín Pérez Rubio, y el texto "Yoko Ono y la energía sutil", del crítico francés Nicolás Bourriaud.
En 1970, Pomelo fue editado en Buenos Aires por Ediciones de la Flor, en la que fue su primera versión en español. La conocida editorial hizo una apuesta fuerte. Grapefruit era un texto experimental, y Yoko Ono no tenía el reconocimiento internacional del que goza hoy. La edición hasta hoy permanece agotada.
Mediante la ayuda de Kuki Miler, responsable de De la Flor, MALBA contactó al autor de la tapa de aquella edición, Oscar Smoje, actual director del Palais de Glace, y a los herederos de la autora de la traducción: la escritora, periodista, editora y traductora argentina Susana Lugones. “Pirí”, como se la conoce habitualmente, fue secuestrada y desaparecida en 1977 durante la dictadura. Con la edición que ahora emprende, MALBA ha querido recuperar y homenajear aquella edición mítica de 1970.
Los programas públicos que acompañan la exposición de Yoko Ono enriquecen la exposición a través de la recuperación de material histórico no incluido en la muestra –como los films experimentales de Yoko Ono o un espectáculo construido a partir de las piezas performáticas que la artista realizó en las décadas de 1960 y 1970– y espacios de reflexión sobre la exposición –conferencias con especialistas, visitas guiadas y recorridos especiales.
Un curso que relee la literatura japonesa a través de sus escritoras y otro sobre la recepción de la cultura japonesa en el siglo XX recuperan para la exposición el vínculo que Yoko Ono teje, desde sus orígenes y su filosofía, con el feminismo y el orientalismo. Asimismo, se incluyen programas que revisan las vinculaciones de Yoko Ono con el movimiento Fluxus y señalan momentos en donde el arte y la vida se disuelven, como una serie de encuentros para escuchar música fluxus latinoamericana, o un espacio armado para estar, contactarse con algunos materiales, leer libros o, para el que así lo desee, simplemente respirar.
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Descargar programación de Piezas de Auditorio - Ciclo de Performances dirigido por Agustina Muñoz
El permiso para reproducir las imágenes es concedido solamente para publicar junto con notas de prensa, reportajes y críticas de la exposición Yoko Ono. Dream Come True, que se presenta en MALBA entre el 24 de junio de 2016 y el 31 de octubre de 2016. Solicitar usuario y contraseña para descargar las imágenes junto a una explicación del medio donde serán publicadas a prensa@malba.org.ar
Imagen del posteo: © Yoko Ono. Voice Piece for Soprano, 1961. Performed by the artist. Courtesy of Yoko Ono
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Tokio, Japón, 1933. Vive y trabaja en Nueva York.
Proveniente de una familia tradicional japonesa, vivió durante su infancia en ciudades como Nueva York, San Francisco y Tokio y recibió desde muy temprana edad educación musical. Fue la primera mujer admitida en la carrera de Filosofía de la universidad japonesa Gakushuin y más tarde se licenció en poesía y composición contemporáneas en el Sarah Lawrence College.
Así comenzó una carrera artística vinculada al arte conceptual y participativo, la música de vanguardia, los films experimentales y las performances. En contra de las expectativas familiares, Yoko se unió a un grupo de artistas en una época próspera para el arte de vanguardia en Nueva York. Allí formó el movimiento Fluxus junto a George Macuinas. Fluxus buscaba deshacerse de las restricciones propias de la formación artística clásica. Rápidamente, sus obras generaron un fuerte interés en personalidades del mundo del arte como Peggy Guggenheim y Marcel Duchamp. Su trabajo era único al punto tal que no era incluido en exhibiciones grupales. “Así llegué a ser famosa no como miembro de un grupo sino como Yoko Ono”, recuerda la artista. En 1964, publicó Pomelo [Grapefruit], su mítico libro de instrucciones.
En 1966 conoció a John Lennon, quien no solo se convirtió en su pareja sino en co-autor de un conjunto de performances, films y piezas musicales. Su vinculación a la música pop fue creciendo y juntos crearon la banda Plastic Ono Band. Después de la muerte de Lennon, Ono permaneció en un período de duelo por varios años, y realizó varias producciones en relación a su estado de pérdida.
A partir de 1989 y en los años 90, volvió a presentar exposiciones que incluyeron, entre otras obras, una nueva serie de esculturas hechas en bronce, muchas de las cuales aludían a sus obras de los 60. Desde principios del siglo XXI se mantuvo muy activa, realizando intervenciones en internet, espacio públicos y colaboraciones musicales con reconocidos artistas contemporáneos, desde The Flaming Lips a Cibo Matto, pasando por Cat Power, Peaches y DJ Spooky.