El personaje es histórico y sus crímenes legendarios. Según el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, La Quintrala fue “azotadora de esclavos, envenenadora de su padre, opulenta e irresponsable Mesalina, cuyos amantes pasaban del lecho de la lascivia a sótanos de muerte; la que volvió la espalda e hizo enclavar los ojos al Señor de Mayo, la Lucrecia Borgia y la Margarita de Borgoña de la era colonial”. El éxito de Las aguas... animó al realizador a encarar este ambicioso proyecto que resultó no sólo una hazaña de producción sino también uno de sus mayores logros artísticos. La quintrala fue el aporte de Hugo del Carril a Cinematográfica Cinco, empresa independiente que impulsó junto a colegas como Daniel Tinayre y Mario Soffici. Existen dos versiones del film: en la primera hay una escena donde el gobernador de Santiago pide perdón a la Iglesia por haber sacado a La Quintrala de un convento donde estaba asilada. El obispo le dice algo así como que ningún poder terreno puede estar por encima de la Iglesia. En la otra copia esa escena no está. No hay certeza sobre el motivo de esa diferencia pero La quintrala sufrió demoras en su estreno por las tensiones entre Perón y la Iglesia. Podemos suponer que el agregado de esa escena (o su corte) fue el precio de Hugo del Carril tuvo que pagar para poder estrenar.
Los negativos originales del film se perdieron, pero APROCINAIN rescató un internegativo parcial, que pudo completarse gracias a una copia positiva conservada por el INCAA. Se exhibe en copia nueva, gestionada por Malba, con el aporte de Kodak y Cinecolor.
LA QUINTRALA (Argentina, 1955) de Hugo del Carril, c/Ana María Lynch, Antonio Vilar, Francisco de Paula, Milagros de la Vega, Andrés Mejuto, Manuel Perales, Iván grondona. 99’.