Teatro de guerra narra el encuentro de seis veteranos de la Guerra de Malvinas/Falklands para hacer una película. Treinta y cinco después del conflicto, tres ingleses y tres argentinos pasaron meses reconstruyendo sus memorias de guerra. Esta película documenta el experimento social que significa realizar un proyecto artístico con antiguos enemigos de guerra: las audiciones para encontrar a los protagonistas, los primeros encuentros y conversaciones con ellos, las reconstrucciones escénicas de sus memorias en diferentes espacios: una pileta de natación, una obra en construcción, un regimiento militar; y situaciones en las que son confrontados por diferentes personas: alumnos de una escuela, psicólogos, actores jóvenes. Todas estas escenas de la película son, a la vez, auténticas y artificiales. A veces parece que están sucediendo por primera vez; otras, que se trata de una situación largamente ensayada. La película alterna entre realidad y ficción, espontaneidad y actuación. Explora cómo transformar a un soldado en actor, cómo convertir la experiencia de guerra en una historia, cómo mostrar sus efectos colaterales. La película reúne a antiguos enemigos para actuar sus recuerdos de la guerra
En 2013, el Festival Internacional de Teatro de Londres (LIFT) me invitó a participar en un evento llamado “Después de una guerra”, en el que artistas de todo el mundo desarrollaron proyectos sobre las consecuencias de distintos conflictos armados. Yo presenté una videoinstalación compuesta por cinco cortometrajes en los que veteranos de Malvinas recrean sus memorias de la guerra en los espacios donde viven o trabajan hoy. Después de eso, empecé a preguntarme qué pasaría si reuniese veteranos de ambos países para hacer una obra de teatro y una película. Quería que recrearan juntos sus memorias de guerra y pensar sobre los efectos a largo plazo de la guerra en sus vidas. Estos hombres fueron a la guerra en 1982, cuando tenían entre dieciocho y veintidós años, y ahora tienen casi sesenta. Después de treinta y seis años, puede verse lo que la guerra hizo con ellos.
Cuando decidí dirigir una obra de teatro y una película con los mismos protagonistas, no quería que la obra fuera el proyecto principal y la película operara solo como una forma de documentación. Campo minado y Teatro de guerra son distintas formas de trabajar sobre el mismo problema. El teatro es puro presente y, al ver la obra, el espectador se ve confrontado aquí y ahora por antiguos enemigos que conviven en un escenario hablando casa uno en su idioma.
El cine me permitió trabajar con el tiempo y la imagen de una manera diferente. La película encapsula momentos de un experimento social: las audiciones para encontrar a los protagonistas, los primeros encuentros entre los veteranos, las reconstrucciones de los recuerdos en distintos escenarios reales y conversaciones sobre la guerra con niños, actores, psicólogos. Cada escena está escrita y ensayada y el espectador tiene la rara sensación de que asiste a algo tan artificioso como real.
Teatro de guerra despliega todo tipo de representaciones para intentar reconstruir esas imágenes que solo existen en la cabeza de los protagonistas. La película va del documental hacia la ficción y termina donde todo vuelve a empezar.
Para poder ver la película gratuitamente, introducir el código MALBA en Vimeo.
Dirección y guion: Lola Arias.
Dirección de fotografía y Cámara: Manuel Abramovich.
Clínica de proyecto: Alan Pauls.
Montaje: Anita Remón, Alejo Hoijman.
Diseño de sonido: Sofía Straface (ASA).
Asesoramiento artístico: Alejo Moguillansky, Graciela Speranza.
Mezcla: Sebastián González (ASA).
Jefes de producción: Carla Rosmino, Francisco Novick.
Investigación: Luz Algranti, Sofía Medici.
Asistencia artística: Lucila Piffer.
Coproducido por Bettina Walter (BWP), Ingmar Trost (SUTOR KOLONKO), Pedro Saleh (SAKE ARGENTINA), SWR-ART.
Producido por Gema Films, Gema Juárez Allen, Alejandra Grinschpun.
Elenco: Lou Armour, David Jackson, Rubén Otero, Sukrim Rai, Gabriel Sagastume, Marcelo Vallejo.
Argentina-España-Alemania, 77’