Hacia 1970 todas las varias versiones de la novela de Bram Stoker habían sido muy poco respetuosas de ese original. Esta versión de Franco, en cambio, mantuvo una relativa fidelidad, que, sin ser un mérito en sí misma, supuso una mirada nueva sobre el fatigado personaje. Christopher Lee aprovecha la oportunidad para componer un Drácula anti-Hammer, desprovisto de capa y de sex-appeal. En cambio tiene bigote, nostalgia por los tiempos idos y, tal como lo describe Stoker, la característica de rejuvenecer luego de las comidas. Es uno de siete largometrajes que Jesús Franco hizo durante 1970, lo que da una idea del tiempo que le habrá insumido el rodaje (documentado por Pere Portabella en Cuadecuc, vampir). A favor del realizador debe decirse que supo transformar la pobreza general de los recursos de producción en un rasgo de estilo. El resultado es austero, pero cumplidor.
El Conde Drácula (España / Italia / Alemania Federal, 1970) de Jesús Franco, c/Christopher Lee, Herbert Lom, Klaus Kinski, Soledad Miranda. 98’.