A mitad de los 80, que ya permitían expresiones frontales de la orientación sexual, Hermosillo crea una familia alternativa, regida por la viuda del título, como un matriarcado con leves diferencias del machismo nacional. La película tiene su veta cómica en las situaciones donde, a pesar de la evidencia de la homosexualidad, la familia no percibe la situación a causa de la represión interna para aceptar lo diverso. El resto es la relación entre Rodolfo, hijo de Herlinda, y Ramón, escandalosa en su país por el grado de cariño representado entre hombres.
Doña Herlinda y su hijo (México, 1985) de Jaime H. Hermosillo, c/Guillermina Alba, Guadalupe del Toro, Leticia Lupercio, Arturo Meza, Marco Antonio Treviño. 90'.