Como en los mejores cuentos, el azar es el que da inicio al viaje de José Luis García en Cándido López, los campos de batalla. Para su primer proyecto como documentalista, el director de fotografía anda queriendo investigar a Cándido López, el artista plástico que durante la guerra de la Triple Alianza (1864/1870) compuso una treintena de los más geniales frescos que jamás haya dado el arte argentino. (...) Como quien se lanza a una aventura (aventura de descubrimiento, que termina donde suelen terminar esa clase de relatos, en plena selva) y con un libro de ilustraciones de Cándido López como guía de viaje, la spinettiana figura de José Luis García se lanza río arriba, como nuevo Willard en busca de su propio Kurtz. Consulta historiadores, pobladores y descendientes de uno y otro lado (argentinos, paraguayos, brasileños). Visita museos. Investiga restos y huellas. Se trepa a una escalera para fotografiar –desde la misma perspectiva panorámica que el pintor– los lugares que alguna vez fueron campos de batalla. El resultado: un documental sobre Cándido López, sobre la guerra del Paraguay, sobre la historia misma del Paraguay y el Cono Sur, sobre el salvajismo porteño, sobre el imperialismo inglés, sobre las marañas de la historia, sobre lo que fue y no será y sobre lo que fue y sigue siendo. Una gran película, en la que la información se vuelca tal y como la recibe el viajero: de forma fragmentaria y dispersa, como si se tratara de un fascinante rompecabezas para armar. Texto de Horacio Bernades.