30.04.2020

Vertical: la ciudad y los emblemas de poder

Por Christian Ferrer
Leandro Erlich. La democracia del símbolo, 2015.

I

En el principio no era el obelisco, sino la pirámide. El porte de barro y ladrillos era más bien modesto, unos quince metros de altura, pero su pujanza simbólica ha de haber sido intensa. Fue el primer monumento patrio, instalado en la Plaza de Mayo –originalmente Plaza de la Victoria– el 25 de mayo de 1811 por orden de la así llamada Junta Grande de las Provincias Unidas del Río de la Plata y con el fin de homenajear el primer aniversario de la Revolución. Erigirla era equivalente a clavar una pica. Una afirmación tectónica: se proclamaba que ningún gobernante extranjero tendría poder sobre estas tierras nunca jamás. Seccionado el cordón umbilical con la Casa de los Borbones, una nación había sido dada a luz, o bien su proyecto, que tardaría mucho en cuajar del todo. En todo caso, era el anhelo: un nuevo ombligo. ... Seguir leyendo


08.10.2019

A los botes

Por Daniel Gigena

“A los botes” es una expresión que se utilizaba, y todavía se utiliza, para expresar cierta urgencia a la hora de salvarse. Aunque es más pudorosa y menos individualista que “sálvese quien pueda”, parece descendiente directa del léxico del darwinismo social que gobierna en varias culturas, la de la Argentina incluida. Hasta determinado momento, en mi imaginación los botes eran para uso exclusivo de las elites, como en cierto sentido eran, en una escala mayor, los museos y las galerías de arte. Para subirse a un bote, incluso en el caso extremo que se perfila durante la emergencia, había que descender de una embarcación más grande, donde se había disfrutado de los placeres de mantenerse a flote, es decir, a salvo. ... Seguir leyendo


15.07.2019

Los órdenes arbitrarios

Por Luis Camnitzer

Un par de horas antes de escribir este texto sobre la obra de Leandro Erlich, pero una hora después de recibir el pedido, alguien me hizo una pregunta que ya no importa. La respuesta, que me escuché dando y que sí es significante para este texto, fue: “Para combatir los órdenes arbitrarios que aceptamos sin cuestionamientos”. Pensé en el momento que, con esto, mi tarea para este catálogo estaba cumplida. Después tomé un tren y entre las sacudidas seguí masticando. ... Seguir leyendo