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La exploración de América tuvo relación con la sed de oro, plata, piedras preciosas, minerales e hidrocarburos, como sucede en la actualidad. Zacatecas, Potosí, Minas Gerais, Serra Pelada. Los mapas del mundo se vinculan al poder. Los límites, los territorios, las soberanías fluctúan cuando se disputa la tierra y sus recursos. El arrebato de la naturaleza. La idea de fundación misma se instala desde los parámetros de la conquista. El concepto de nación se instaura a partir del conflicto entre la colonia y la metrópoli, en parte por la necesidad de expandir el comercio, pero también como parámetro desde el cual establecer identidades independizadas de Europa. En los nuevos territorios se probaron modelos de explotación, de vida urbana, de repúblicas, de ciudadanías normalizadas desde el Estado y también estrategias de emancipación. El trazado de fronteras involucró la guerra, el exterminio, la erradicación de los grupos indígenas que obstaculizaban la política del alambrado y el latifundio. El territorio desata la ambición, el deseo de posesión. Pueden trazarse mapas de los conflictos mundiales y pueden rediseñarse los bordes del planisferio a partir de la idea de mundo global, de la interrelación instantánea que señalan los lenguajes de la era digital. El mundo no es uno, sino muchos. Y en todos ellos está el hombre, dimensión de la experiencia concreta, cuerpo que vive y que es también el parámetro desde el que puede enunciarse un mensaje insubordinado respecto de las consecuencias que la explotación irracional produce en los recursos de la tierra, de la humanidad, de la naturaleza. Muchos artistas han entendido el concepto de sus obras como una forma de activismo ecológico: en sus poéticas se destaca la destrucción sistemática y cotidiana del planeta. El territorio es mapa, cuerpo, palabra, acción. Desde él se clasificaron las ciudadanías legítimas de las repúblicas latinoamericanas y se desclasificó a quienes quedaron en las sombras que impuso la marginalidad: mujeres, mestizos, indígenas, y todos aquellos que resistieron la legitimación excluyente de la ciudadanía blanca y heterosexual. Dar vuelta el mapa implica rediseñar las representaciones del poder. Reponer el lado oscuro (u oscurecido) de la historia desde el momento en el que América se incorporó como una de las cuatro partes del mundo. Invertir la visión tradicional para situar de otro modo las ciudades, los países y, junto a ellos, las experiencias vividas.

Artistas: Fernando Bryce, Rafael Barradas, Augusto de Campos, Geraldo de Barros, Lygia Clark, Emiliano Di Cavalcanti, María Freire, Nicolás García Uriburu, Alfredo Jaar, Guillermo Kuitca, Diyi Laañ, Julio Le Parc, Jorge Macchi, Helio Oiticica, Lidy Prati, Revista Arturo, David Alfredo Alfaro Siqueiros, Grete Stern, Joaquín Torres García y Gyula Kosice, entre otros.