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En ciertos momentos de la historia, las formas exploran los bordes de la representación. Investigan estados de imprecisión que remiten a situaciones en las que los conceptos visuales están en gestación. Son obras que aluden a momentos inaugurales, de eclosión. Lo hacen convocando imágenes imprecisas, materiales que comunican una situación mutante y transformativa que apela a lo informe, a la percepción corpórea, a la explosión imaginativa. El estallido de los volcanes, los tornados, las inundaciones, las catástrofes a las que sigue la vida. Sus repertorios tienden a lo circular y a lo curvo, como significantes de lo primigenio, como evolución inconclusa de un pensamiento; a la vida y a la muerte, como comienzo del mundo y también del acto artístico. Son formas y superficies en las que se perciben geometrías sexuales o mórulas espaciales, fuegos del misticismo condensados en la mandorla, esferas que remiten a planetas, al paso a otras materialidades, a la posibilidad de desplegar las formas en el juego. Generan sensualidad, transforman. Las perforaciones circulares horadan y rompen la tela como una penetración sexual. Algunas de estas formas condensan relatos en torno a la idea de creación, a la imaginación artística y su posibilidad de manifestarse. Otras invocan la imagen bélica, la idea de explosión; en ellas repercute la guerra, pero también el momento en el que comienza la vida, el universo. Apelan a la noción de corte, de cuerpo, de orificios. Remiten a las fuerzas centrípetas, expansivas, que se asocian a la creación, al nacimiento, al estallido, a la vida. A la vanguardia entendida como innovación del lenguaje. Algunas de estas obras se gestaron en la incertidumbre de los años que siguieron a la Segunda Gran Guerra. En ellas laten su violencia, la desazón, el sonido de las explosiones, las imágenes de la ocupación de Europa por las tropas alemanas, la búsqueda de nuevos horizontes desde los que reconfigurar el mundo, entre los que América ocupó un lugar privilegiado. Otras surgieron en los momentos de entusiasmo y confianza que caracterizaron los años 20 o los 60. En ellas se percibe el impacto de la fenomenología, la propuesta de abordar de nuevo el conocimiento del mundo, de las cosas, antes de que éstas cristalizasen en objetos o en conceptos. Nos invitan a despojarnos de nuestros prejuicios para abrir nuestra imaginación a otras formas de percibir el mundo.

Artistas: Carmelo Arden Quin, Lygia Clark, León Ferrari, Lucio Fontana, Gego, Víctor Grippo, Roberto Matta, Emilio Pettoruti, Zilia Sanchez, Ruben Santantonín y Clorindo Testa, entre otros.