Sus padres, Napoleón Berni y Margarita Picco son dueños de una sastrería. A los siete años de edad ingresa como ayudante en un taller de vitrales y mayólicas. Allí comienza a formarse en la práctica del dibujo y se destaca por su talento. Luego estudia en la Academia de Bellas Artes del Centro Catalán de la ciudad junto a los artistas españoles Eugenio Fornells y Enrique Munné. En 1920, a los 15 años, realiza su primera exposición en el Salón Mary y Cía. Los óleos y dibujos que presenta son elogiados por la crítica.
En 1922 exhibe paisajes rosarinos y cordobeses en la galería Witcomb de Rosario. En 1923, expone en la sede de Buenos Aires de la misma galería y en 1924 vuelve a hacerlo en suciudad. El catálogo de esa exposición indica que Berni “no es ya una esperanza”, sino “un valor real, un paisajista de primera línea y un artista de fuerte y sana personalidad”. Participa por primera vez en el Salón Nacional de Bellas Artes.
En 1925 obtiene una beca del Jockey Club de Rosario para continuar sus estudios en Europa. Se radica primero en Madrid –donde visita periódicamente el Museo del Prado y toma contacto con los artistas clásicos– y luego en París. Asiste a los talleres de André Lhote y Othon Friesz, frecuenta a los artistas argentinos que residen en la capital francesa, y forma parte del llamado “Grupo de París” con Horacio Butler, Héctor Basaldúa, Aquiles Badi, Raquel Forner, Alfredo Bigatti, Pedro Domínguez Neira, Lino Enea Spilimbergo, Víctor Pissarro, Juan Del Prete y Alberto Morera. En 1926 emprende un viaje a Italia, donde descubre a los maestros italianos del Renacimiento como Giotto, Signorelli, Piero de la Francesca y la pintura mural al fresco. En 1928, participa con obra en el Primer Salón de Pintura Moderna Argentina, en Amigos del Arte de Buenos Aires, junto a Badi, Basaldúa, Butler y Spilimbergo. En contacto con los grupos de vanguardia, comienza a realizar pinturas inspiradas en el surrealismo francés y la escuela metafísica italiana.
En 1931 regresa al país junto a su mujer Paule Cazenave y su hija Elena. En 1932 expone una serie de pinturas y collages surrealistas en Amigos del Arte, en los que incorpora por primera vez recortes de revistas, postales y fotografías. Son obras que trasmiten extrañeza por la convivencia de imágenes temática y compositivamente disímiles. Tres de las dieciocho obras que presenta son censuradas y retiradas de la sala. El público y la crítica recibe la muestra con perplejidad e incomprensión.
Siguiendo la línea propuesta por el francés Louis Aragon, Berni busca impulsar un arte que no se extravíe en los aspectos oníricos, psicológicos o individualistas y que se comprometa con la realidad política. En 1933, la visita del artista David Alfaro Siqueiros a Buenos Aires –uno de los grandes impulsores del muralismo mexicano, invitado a dar tres conferencias y a presentar una exposición individual en Amigos del Arte– despierta gran polémica y pone en el centro de la escena la discusión sobre el arte popular, en abierto desafío a los círculos reaccionarios dominantes. Luego de entrar en contacto con Siqueiros, Berni –junto a artistas como Andrés Calabrese, Juan Berlengieri, Anselmo Piccoli, Domingo Garrone, Leónidas Gambartes y Juan Grela, entre otros– funda en Rosario la Mutualidad Popular de Artistas Plásticos. Ese espacio se constituye como un centro de capacitación integral en el que se discute tanto la formación artística como cuestiones políticas y sociales. Contra el “decorativismo frívolo y superficial” en el que ve atrapado al arte moderno, Berni impulsa el programa de un nuevo realismo, que se propone trabajar artísticamente sobre la problemática social, denunciando la desigualdad, la exclusión y la pobreza. En 1934, pinta Desocupados y Manifestación, y al año siguiente, Chacareros. Se trata de grandes telas (arpilleras) en las que trabaja la síntesis y los puntos de vista múltiples, recursos clave del arte moderno, para exponer la marginalidad. También de 1935 es La mujer del sweater rojo.
Berni se instala en Buenos Aires y en 1936 es nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano. Viaja además por primera vez al Norte Argentino, donde conoce la puna cordillerana, las ciudades coloniales, su cultura y sus habitantes. Publica su primer texto sobre “El Nuevo Realismo” en la revista Forma, de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. En 1939 realiza con Spilimbergo un gran panel decorativo –Agricultura y Ganadería–, para el Pabellón Argentino de la Exposición Internacional de Nueva York, hoy destruidos. Dicta una conferencia en el Teatro del Pueblo titulada “La pintura mural” y expone individualmente en Amigos del Arte.
Gracias a una beca de la Comisión Nacional de Cultura, inicia un recorrido por América del Sur, que incluye el norte argentino y Oruro, Cuzco, Machu Pichu, Arequipa, Lima, Chiclayo, Guayaquil, Quito, Popayán y Bogotá. En 1943 obtiene el Premio de Honor del Salón Nacional y en 1944 funda, junto a Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro, el primer Taller de Arte Mural. El grupo realiza la decoración de la cúpula y las pechinas de las Galerías Pacífico.
Entre 1946 y 1956 vive en Santiago del Estero. En el norte del país trabaja sobre una serie de pinturas en las que se hace evidente su interés por las culturas americanas. En 1950 viaja a Buenos Aires y realiza los grandes murales en fresco secco –una técnica en la que la pintura se aplica sobre el yeso seco– del cine General San Martín de Avellaneda.
Atento e involucrado con las nuevas corrientes de artistas, en 1959 retoma el collage, técnica que emplea en dos ciclos de obras cuyos protagonistas son Juanito Laguna, un chico criado en la villa miseria y Ramona Montiel, una prostituta. En estos ensamblajes incorpora distintos materiales de desecho. Chapas, cartones, maderas y rezagos industriales en las piezas en las que aparece Juanito; encajes, puntillas de plástico y papel en las de Ramona.
Comprometido con la experimentación y los nuevos materiales, Berni renueva la técnica tradicional de la xilografía, introduciendo relieves y collages, a los que denomina “xilo-collage-relieve”. Obtiene el Gran Premio de Grabado y Dibujo en la XXXI Bienal de Venecia de 1962, donde presenta diez collages y cinco xilografías sobre el tema de Juanito Laguna, que dan cuenta de esa búsqueda material revolucionaria. Con el dinero obtenido en Venecia, compra su propio taller en el distrito XI de París, un espacio que mantendrá hasta su muerte. Sus grabados también son premiados en la Bienal Internacional de Ljubljana, en la de Cracovia y en Intergrafik de Berlín.
Produce ensamblajes como Juanito va a la ciudad y La pampa tormentosa. El Instituto Di Tella organiza en una retrospectiva de su obra, donde presenta a los Monstruos polimatéricos. Versiones de esta muestra recorren algunas ciudades del interior del país, Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Es designado Miembro Honorario de la Accademia delle Arti del Disegno de Florencia. A partir de 1967 trabaja en algunas ambientaciones multimedia como La masacre de los inocentes, presentada en una retrospectiva de 1971 en el Museo de Arte Moderno de París, ciudad en la que permanece por largas temporadas.
El 1 de noviembre de 1972, un atentado político hace estallar una bomba en la puerta de la casa de Berni, en la avenida Rivadavia. Trabaja en su gran collage La mayoría silenciosa, en el que incluye personajes del espectáculo (Brigitte Bardot y Liza Minelli), políticos, militares, y otros anónimos, y mezcla materiales de consumo con basura. En 1973 comienza a introducir fragmentos pintados de modo naturalista, casi hiperrealista, en sus grandes composiciones. Abandona la figura de Ramona Montiel, pero continúa valiéndose de lo grotesco y de la parodia para mostrar la decadencia de la sociedad contemporánea. A principios de 1977 viaja a Nueva York y se instala en el departamento 1009 del mítico Chelsea Hotel, que aloja a artistas y escritores desde principios de siglo. Participa del equipo de restauración de los murales de Galerías Pacífico.
Es nombrado miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1980 culmina las pinturas destinadas a decorar la Capilla del Instituto San Luis Gonzaga de Las Heras, Provincia de Buenos Aires, instaladas allí al año siguiente. Realiza muestras individuales en Buenos Aires (Galería de Arte Nuevo y Galería Suipacha) y en la ciudad de Santa Fé. En el extranjero, participa en la Bienal de Arte de Tokio (Japón). El 3 de octubre de 1981 Berni es internado de urgencia debido a un accidente doméstico en el Sanatorio Anchorena, de Buenos Aires con un cuadro clínico grave. Fallece diez días más tarde.
Sus padres, Napoleón Berni y Margarita Picco son dueños de una sastrería. A los siete años de edad ingresa como ayudante en un taller de vitrales y mayólicas. Allí comienza a formarse en la práctica del dibujo y se destaca por su talento. Luego estudia en la Academia de Bellas Artes del Centro Catalán de la ciudad junto a los artistas españoles Eugenio Fornells y Enrique Munné. En 1920, a los 15 años, realiza su primera exposición en el Salón Mary y Cía. Los óleos y dibujos que presenta son elogiados por la crítica.
En 1922 exhibe paisajes rosarinos y cordobeses en la galería Witcomb de Rosario. En 1923, expone en la sede de Buenos Aires de la misma galería y en 1924 vuelve a hacerlo en suciudad. El catálogo de esa exposición indica que Berni “no es ya una esperanza”, sino “un valor real, un paisajista de primera línea y un artista de fuerte y sana personalidad”. Participa por primera vez en el Salón Nacional de Bellas Artes.
En 1925 obtiene una beca del Jockey Club de Rosario para continuar sus estudios en Europa. Se radica primero en Madrid –donde visita periódicamente el Museo del Prado y toma contacto con los artistas clásicos– y luego en París. Asiste a los talleres de André Lhote y Othon Friesz, frecuenta a los artistas argentinos que residen en la capital francesa, y forma parte del llamado “Grupo de París” con Horacio Butler, Héctor Basaldúa, Aquiles Badi, Raquel Forner, Alfredo Bigatti, Pedro Domínguez Neira, Lino Enea Spilimbergo, Víctor Pissarro, Juan Del Prete y Alberto Morera. En 1926 emprende un viaje a Italia, donde descubre a los maestros italianos del Renacimiento como Giotto, Signorelli, Piero de la Francesca y la pintura mural al fresco. En 1928, participa con obra en el Primer Salón de Pintura Moderna Argentina, en Amigos del Arte de Buenos Aires, junto a Badi, Basaldúa, Butler y Spilimbergo. En contacto con los grupos de vanguardia, comienza a realizar pinturas inspiradas en el surrealismo francés y la escuela metafísica italiana.
En 1931 regresa al país junto a su mujer Paule Cazenave y su hija Elena. En 1932 expone una serie de pinturas y collages surrealistas en Amigos del Arte, en los que incorpora por primera vez recortes de revistas, postales y fotografías. Son obras que trasmiten extrañeza por la convivencia de imágenes temática y compositivamente disímiles. Tres de las dieciocho obras que presenta son censuradas y retiradas de la sala. El público y la crítica recibe la muestra con perplejidad e incomprensión.
Siguiendo la línea propuesta por el francés Louis Aragon, Berni busca impulsar un arte que no se extravíe en los aspectos oníricos, psicológicos o individualistas y que se comprometa con la realidad política. En 1933, la visita del artista David Alfaro Siqueiros a Buenos Aires –uno de los grandes impulsores del muralismo mexicano, invitado a dar tres conferencias y a presentar una exposición individual en Amigos del Arte– despierta gran polémica y pone en el centro de la escena la discusión sobre el arte popular, en abierto desafío a los círculos reaccionarios dominantes. Luego de entrar en contacto con Siqueiros, Berni –junto a artistas como Andrés Calabrese, Juan Berlengieri, Anselmo Piccoli, Domingo Garrone, Leónidas Gambartes y Juan Grela, entre otros– funda en Rosario la Mutualidad Popular de Artistas Plásticos. Ese espacio se constituye como un centro de capacitación integral en el que se discute tanto la formación artística como cuestiones políticas y sociales. Contra el “decorativismo frívolo y superficial” en el que ve atrapado al arte moderno, Berni impulsa el programa de un nuevo realismo, que se propone trabajar artísticamente sobre la problemática social, denunciando la desigualdad, la exclusión y la pobreza. En 1934, pinta Desocupados y Manifestación, y al año siguiente, Chacareros. Se trata de grandes telas (arpilleras) en las que trabaja la síntesis y los puntos de vista múltiples, recursos clave del arte moderno, para exponer la marginalidad. También de 1935 es La mujer del sweater rojo.
Berni se instala en Buenos Aires y en 1936 es nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano. Viaja además por primera vez al Norte Argentino, donde conoce la puna cordillerana, las ciudades coloniales, su cultura y sus habitantes. Publica su primer texto sobre “El Nuevo Realismo” en la revista Forma, de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. En 1939 realiza con Spilimbergo un gran panel decorativo –Agricultura y Ganadería–, para el Pabellón Argentino de la Exposición Internacional de Nueva York, hoy destruidos. Dicta una conferencia en el Teatro del Pueblo titulada “La pintura mural” y expone individualmente en Amigos del Arte.
Gracias a una beca de la Comisión Nacional de Cultura, inicia un recorrido por América del Sur, que incluye el norte argentino y Oruro, Cuzco, Machu Pichu, Arequipa, Lima, Chiclayo, Guayaquil, Quito, Popayán y Bogotá. En 1943 obtiene el Premio de Honor del Salón Nacional y en 1944 funda, junto a Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro, el primer Taller de Arte Mural. El grupo realiza la decoración de la cúpula y las pechinas de las Galerías Pacífico.
Entre 1946 y 1956 vive en Santiago del Estero. En el norte del país trabaja sobre una serie de pinturas en las que se hace evidente su interés por las culturas americanas. En 1950 viaja a Buenos Aires y realiza los grandes murales en fresco secco –una técnica en la que la pintura se aplica sobre el yeso seco– del cine General San Martín de Avellaneda.
Atento e involucrado con las nuevas corrientes de artistas, en 1959 retoma el collage, técnica que emplea en dos ciclos de obras cuyos protagonistas son Juanito Laguna, un chico criado en la villa miseria y Ramona Montiel, una prostituta. En estos ensamblajes incorpora distintos materiales de desecho. Chapas, cartones, maderas y rezagos industriales en las piezas en las que aparece Juanito; encajes, puntillas de plástico y papel en las de Ramona.
Comprometido con la experimentación y los nuevos materiales, Berni renueva la técnica tradicional de la xilografía, introduciendo relieves y collages, a los que denomina “xilo-collage-relieve”. Obtiene el Gran Premio de Grabado y Dibujo en la XXXI Bienal de Venecia de 1962, donde presenta diez collages y cinco xilografías sobre el tema de Juanito Laguna, que dan cuenta de esa búsqueda material revolucionaria. Con el dinero obtenido en Venecia, compra su propio taller en el distrito XI de París, un espacio que mantendrá hasta su muerte. Sus grabados también son premiados en la Bienal Internacional de Ljubljana, en la de Cracovia y en Intergrafik de Berlín.
Produce ensamblajes como Juanito va a la ciudad y La pampa tormentosa. El Instituto Di Tella organiza en una retrospectiva de su obra, donde presenta a los Monstruos polimatéricos. Versiones de esta muestra recorren algunas ciudades del interior del país, Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Es designado Miembro Honorario de la Accademia delle Arti del Disegno de Florencia. A partir de 1967 trabaja en algunas ambientaciones multimedia como La masacre de los inocentes, presentada en una retrospectiva de 1971 en el Museo de Arte Moderno de París, ciudad en la que permanece por largas temporadas.
El 1 de noviembre de 1972, un atentado político hace estallar una bomba en la puerta de la casa de Berni, en la avenida Rivadavia. Trabaja en su gran collage La mayoría silenciosa, en el que incluye personajes del espectáculo (Brigitte Bardot y Liza Minelli), políticos, militares, y otros anónimos, y mezcla materiales de consumo con basura. En 1973 comienza a introducir fragmentos pintados de modo naturalista, casi hiperrealista, en sus grandes composiciones. Abandona la figura de Ramona Montiel, pero continúa valiéndose de lo grotesco y de la parodia para mostrar la decadencia de la sociedad contemporánea. A principios de 1977 viaja a Nueva York y se instala en el departamento 1009 del mítico Chelsea Hotel, que aloja a artistas y escritores desde principios de siglo. Participa del equipo de restauración de los murales de Galerías Pacífico.
Es nombrado miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1980 culmina las pinturas destinadas a decorar la Capilla del Instituto San Luis Gonzaga de Las Heras, Provincia de Buenos Aires, instaladas allí al año siguiente. Realiza muestras individuales en Buenos Aires (Galería de Arte Nuevo y Galería Suipacha) y en la ciudad de Santa Fé. En el extranjero, participa en la Bienal de Arte de Tokio (Japón). El 3 de octubre de 1981 Berni es internado de urgencia debido a un accidente doméstico en el Sanatorio Anchorena, de Buenos Aires con un cuadro clínico grave. Fallece diez días más tarde.