15.08.2018

Los clowns de Cindy Sherman

Parte de la exposición Cindy Sherman / Richard Prince
Cindy Sherman. Serie Clowns. 2004.

La serie de los payasos que Cindy Sherman realizó en 2004 puede ser vista en diálogo con los retratos históricos que realizó a fines de los 80, pero también como una reelaboración de su interés por los cuentos de hadas, el humor negro y las máscaras.  

Sherman ha explicado que el punto de partida de esta serie fue una visita a una feria americana en la que encontró un extraño pijama con botones forrados en piel. Durante mucho tiempo había estado buscando personajes que tuviesen una fuerte carga existencial y, por qué no, un lado maligno. En esta serie quiso evitar la idea estereotipada del payaso como un personaje alegre o triste, y acercarse a la persona detrás de esa máscara.

Las fotos están permeadas por una atmósfera ambivalente, ya que los cómicos trajes de los personajes, su maquillaje y los fondos de colores vivos contrastan con sus expresiones abatidas e introvertidas. Por primera vez en su carrera Sherman utilizó en estas fotografías técnicas digitales, combinando las tomas analógicas de las figuras con fondos producidos en computadora.

Además, también por primera vez, Sherman se inspiró para esta serie en imágenes encontradas en Internet. “Hay muchas personas que se presentan a sí mismas como payasos. Algunos se ven muy profesionales e incluso demasiado arreglados… Pero también hay sitios web en los que se muestran actuando en el exterior, traspirados por el calor, con el maquillaje corrido, y parece que vistieran simplemente un overall y una remera a lunares que encontraron en una tienda de segunda mano. Cuando descubro estos tipos de fotografías, se abren posibilidades infinitas de lo que podría hacer con ellas”, sostuvo en una entrevista reciente.

Untitled #420 es un díptico que retrata a dos típicos payasos con globos, y se ha dicho que están inspirados en la escultura de Jeff Koons Balloon Dog. El payaso de la derecha tiene los ojos cerrados por accidente, un detalle que evidencia la improvisación de la pose. En este sentido, Sherman escogió la foto para transmitir el carácter impulsivo de la interacción entre la cámara y el retratado.  

 

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