Un psicoanalista que trabaja en la cárcel se hace cargo de un joven convicto con ideas neonazis. El productor Stanley Kramer hizo su carrera sobre temas controvertidos que Hollywood solía negar. Ya había producido MIS SEIS PRESIDIARIOS (1952), de Hugo Fregonese, sobre las dificultades del psicoanálisis en prisión, y FUGA EN CADENAS (1958), que dirigió él mismo, sobre un negro y un racista que se ven obligados a colaborar para sobrevivir. LA ESCUELA DEL ODIO combina el filo social de ambos films y le agrega una asombrosa inventiva formal para poner en escena los traumas del protagonista. Ese mérito fue del director y coguionista Cornfield (1929-2006), un muy interesante pero desconocido director del cine independiente norteamericano. Nacido en Turquía y criado en Francia, Cornfield se inició trabajando en el departamento de publicidad de la Fox, hizo un cortometraje de vanguardia y luego un puñado de largometrajes de bajo presupuesto, que llamaron la atención de Kramer. En los 70s volvió a Francia donde hizo sus últimos trabajos, tanto en cine como en TV.
LA ESCUELA DEL ODIO (Pressure Point, EUA-1962) de Hubert Cornfield, c/Sidney Poitier, Bobby Darin, Peter Falk, Carl Benton Reid. 91’.