La fotonovela fue un fenómeno de la prensa y de la comunicación de masas a mediados del siglo XX. Publicadas en entregas semanales, las fotonovelas fueron el punto de encuentro entre, por un lado, la larga tradición literaria y gráfica de los folletines románticos y, por otro, el arte central de aquellos años: el cine sonoro. Remplazando los folletines dibujados por relatos visuales con actrices y actores fotografiados en escenarios domésticos y urbanos, la fotonovela no tardó en convertirse en un éxito de proporciones internacionales tras su debut en Italia, en 1947.
La prensa argentina no tardó en sumarse. Ya en 1948 surge en Buenos Aires la revista femenina Idilio, concebida por el sociólogo Gino Germani y publicada por la editorial Abril. Idilio comienza la publicación de fotonovelas, mezclando traducciones del italiano y producciones locales; entre estas, en 1949 aparece Aventura en Buenos Aires, la primera de las muchísimas fotonovelas fotografiadas y dirigidas por George Friedman (Miscoltz, Hungría, 1910 – Argentina, 2002). El fotógrafo se había establecido en el país unos años antes, luego de haber sido un destacado reportero en Europa y fotógrafo de cine en Hollywood. A través de las páginas de Idilio, Friedman se convirtió en el referente local del género. A lo largo de 15 años, participó en más de 700 números de la revista, publicando con un ritmo casi semanal un total de más de 14 mil fotografías.
Influenciado por el film noir, Friedman fue un extraordinario fotógrafo, de gran cultura visual y dueño de un estilo personal que se fue desarrollando y refinando número tras número en las muchas fotonovelas que publicó en Idilio. Más allá del romanticismo edulcorado propio del género, Friedman supo producir construcciones visuales de gran poder narrativo y simbólico. Marcadas por su época, permiten igualmente relecturas contemporáneas en clave ficcional y no sólo como registro realista. Luego de la inclusión de Friedman en Mundo propio (2019), Malba vuelve a su obra con la exposición Fotonovela, en la cual se exhibirán sus creaciones tanto en fotografías vintage como en el contexto gráfico de la revista Idilio.
Curadores: Facundo de Zuviría y Samuel Titan.