Arthur Bispo do Rosário (Japaratuba, SE, Brasil, 1909 o 1911 - Rio de Janeiro, Brasil, 1989) vivió recluido durante cincuenta años en la institución manicomial Colônia Juliano Moreira, donde realizó sus creaciones que, según el propio artista, le eran dictadas por ángeles para ser presentadas ante Dios en el Juicio Final. Concebido como un inventario del mundo, su conjunto artístico fue catalogado por el Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional (IPHAN) en 2018. Fruto de un refinado rigor técnico y estético, su producción es además el vehículo de un profundo debate en torno de las políticas antimanicomiales, sobre todo del encarcelamiento psiquiátrico llevado a cabo contra la población negra del Brasil en el siglo XX. Empleando telas, hilachas desprendidas de viejos uniformes de los internos, cuero, biromes y diversos objetos encontrados en su cotidiano, Arthur Bispo do Rosário elaboró piezas como sus capas, estandartes y fajas. Son piezas polisémicas y plurívocas, biográficas, memorialísticas, fragmentadas y visualmente documentales de presentes fabulados o revisitados críticamente. En la exposición Coreografías de lo imposible, un conjunto de estandartes despliega diferentes contenidos abordados en su obra-vida, como las relaciones con la escritura, el día a día en la Colônia Juliano Moreira, los usos de la memoria y una aguda mirada crítica sobre la historia.
Durante su confinamiento, Bispo desarrolló su obra, que él mismo no consideraba como arte, sino como un imperativo divino que le era comunicado a través de voces que él afirmaba escuchar. Eduardo Galeano denominó esta producción como un "inventario del mundo", reflejando la vastedad y complejidad de la labor de Bispo. El propósito de Bispo era reproducir meticulosamente todos los aspectos del mundo, desde la creación de objetos hasta el registro de personas y costumbres, con la finalidad de presentarlos ante Dios en el Día del Juicio Final.
Los cinco estandartes presentados en Coreografías de lo imposible son los únicos autorizados por el mismo Bispo en vida para ser prestados a otras instituciones museísticas en la década de los ochenta. Tras el fallecimiento del artista en 1989, sus obras comenzaron a ser mostradas en diversas exposiciones tanto en Brasil como en el extranjero. Estos estandartes ofrecen una detallada cartografía de personas, países, obras y juegos, proporcionando una perspectiva focalizada de un periodo específico del siglo XX. Cabe destacar que los materiales empleados para su confección revelan una historia singular: los estandartes están confeccionados con retazos de sábanas viejas provenientes del propio manicomio donde residía Bispo, y bordados con hilos extraídos de los propios uniformes de los pacientes, cuyo color predominante era el azul.
La exposición Coreografías de lo imposible. La 35ª Bienal de São Paulo en Buenos Aires continúa hasta el 27 de mayo.
Los pocos e inciertos datos biográficos de Aurora Cursino dos Santos se esbozan en sus pinturas y dibujos, así como en relatos médicos y documentos psiquiátricos. Como todo archivo de la violencia, estas fuentes son parciales y exigen una lectura crítica.
Artista plástico, Ubirajara Ferreira Braga (Itariri, SP, Brasil, 1928 – Franco da Rocha, SP, Brasil, 2000) comenzó a pintar a los 58 años en el Atelier de Artes del Hospital Psiquiátrico de Juquery, y al final de su vida había producido aproximadamente tres mil pinturas.
22/03— 27/05/24
Coreografías
de lo imposible
Se presenta un núcleo de artistas representado por Arthur Bispo do Rosario, Aurora Cursino dos Santos, Ubirajara Ferreira y la diseñadora Nontsikelelo Mutiti, en diálogo con la exposición de Rosana Paulino.
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