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2010

Aunque Marta Minujín es una figura icónica del arte argentino desde los años 60, su vastísima labor sigue siendo relativamente desconocida por el público no especializado. Esta publicación fue editada para solventar esa brecha recogiendo la profunda investigación realizada para la exhibición retrospectiva que el museo produjo en 2010. Enfocándose especialmente en 30 años centrales del trabajo de Minujín, la curadora invitada Victoria Noorthoorn, junto a un equipo de colaboradores e investigadores y a la propia artista, ahondaron en diversos archivos para reunir en este libro un extraordinario grupo de textos e imágenes que lo convierten en un catálogo de referencia ineludible sobre la posición y la relevancia de Minujín en el panorama contemporáneo del arte argentino y sus relaciones con el conceptualismo internacional. Dado que en varios casos las obras reunidas en la exposición habían sido destruidas o eran deliberadamente efímeras, se recurrió a una inmensa cantidad de material fotográfico y fílmico de archivo que se reeditó y amplió, se grabaron relatos y se hicieron restauraciones, recreaciones y reconstrucciones de obra. El catálogo busca así dar cuenta tanto de las producciones originales como de sus reversiones.

Además del ensayo curatorial, que apunta y justifica las líneas de lectura propuestas, se incluyen una biografía (Javier Villa), una bibliografía (Cristina Blanco), una sección de obras (con imágenes históricas y otras especialmente producidas para la muestra y textos de Jimena Ferreiro Pella), y una cronología artística internacional (Victoria Giraudo). Una sección especial de documentos reproducidos permite acceder a una selección de textos históricos, muchos de los cuales se publican aquí por primera vez. En un apartado final, todos los textos del libro se dan en versión inglesa.

“Durante este último año de trabajo he aprendido que Marta es y no es todo lo que creemos que es. Quiero decir, Marta es libertad, vorágine, exceso, egocentrismo, fiesta, pura creatividad y locura, y asimismo, contrariamente a lo que quizás imaginaríamos, Marta es, también, método, precisión, rigor, resistencia, generosidad y espíritu crítico, así como una autogestora de proyectos artísticos como no ha visto la Argentina”.  —Victoria Noorthoorn